Los jóvenes han perdido el miedo a invertir.
A diferencia de sus padres, que prefieren no correr ningún riesgo y concentran el grueso de sus inversiones en productos como depósitos, cuentas remuneradas o Letras del Tesoro, los miembros de la Generación Z utilizan la tecnología para adentrarse antes en el mundo de la inversión.
Según un estudio de Revolut, los inversores jóvenes, de entre 18 y 34 años, representan un 63% de la base total de usuarios de servicios de inversión de Revolut en España, cifra que se alinea con el promedio del 62% en toda el Área Económica Europea (EEE).
En cambio, el 34% de los españoles de la Generación Z afirma no invertir, en contraste con más del 50% de los mayores de 65 años que también se encuentran en la misma situación.
En cuanto a la composición de las carteras de inversión en España, más de la mitad (68%) de las inversiones de los jóvenes de 18 a 34 años son en fondos del mercado monetario, seguidas por acciones (13%), ETFs (12 %) y bonos (7%). La inversión media en estas carteras supera los 6.100 euros, con los más jóvenes comenzando con 548 euros de media.
Con este panorama, la Generación Z no solo está redefiniendo el mercado de inversiones, sino que también está marcando el comienzo de una nueva era de inversores en Europa.
Tips para comenzar a invertir sin equivocarse
Tanto si has dado tus primeros pasos en el mundo como si quieres hacerlo debes tener en cuenta una serie de consejos para que tus inversiones lleguen a buen puerto:
- Aprende los conceptos básicos sobre inversión: antes de comenzar a invertir, es crucial entender los conceptos básicos del mercado. Esto incluye aprender sobre acciones, bonos, fondos de inversión y otros instrumentos financieros.
- Establece unos objetivos y que sean claros: define tus metas de inversión. Pregúntate por qué quieres invertir: ¿para ahorrar para la jubilación, para la educación de tus hijos, o para comprar una casa? Tener objetivos claros te ayudará a determinar tu estrategia de inversión, el horizonte temporal y el nivel de riesgo que estás dispuesto a asumir.
- Diversifica tu cartera: ¡No pongas todos tus huevos en la misma cesta! es una frase que repinten los inversores más veteranos. La diversificación implica invertir en una variedad de activos, como acciones, bonos y bienes raíces, para reducir el riesgo. Al diversificar, puedes mitigar las pérdidas en un área de inversión al tener otras que podrían funcionar mejor, lo que proporciona una mayor estabilidad a tu cartera.
- Comienza con una cantidad pequeña y que te puedas permitir: es recomendable empezar a invertir con una cantidad que no afecte tu bienestar financiero si se pierde. Esto te dará la libertad de aprender y adaptarte sin el estrés de perder dinero que no puedes permitirte. La inversión siempre conlleva riesgos, y es importante estar preparado para la posibilidad de pérdidas, especialmente al principio.
- Elige bien el plazo: las inversiones son generalmente más efectivas a largo plazo. Los mercados pueden ser volátiles a corto plazo, pero históricamente tienden a subir con el tiempo (por ejemplo la rentabilidad media histórica del S&P es del 10% anual). Evitar la tentación de reaccionar ante las fluctuaciones del mercado y mantener la paciencia es clave.
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