El pasado miércoles 7 de abril la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) publicó su análisis de la Encuesta de Competencias Financieras elaborada en colaboración con el Banco de España y el Insituto Nacional de Estadística. En este estudio se resalta una realidad interesante: las formas de ahorro más predominantes entre la población española son las cuentas corrientes y el ahorro en metálico, dos formatos de ahorro que no aportan ningún rendimiento. Solo un 8,7% de la población sí guarda su dinero en cuentas de ahorro, un producto bancario que sí ofrece cierta rentabilidad. ¿Es esta una buena práctica? ¿Qué productos con rentabilidad pueden contratar los ahorradores que le dan mucha importancia a la flexibilidad y la liquidez? Te lo contamos:
¿Cómo ahorramos en España?
Según los datos recogidos en la encuesta, se ha determinado que el ahorro en cuenta corriente y en metálico son las formas más destacadas en ahorro, con un 38,8% y un 23,3% respectivamente, seguidos del ahorro mediante cuenta de ahorro (8,7%) y las aportaciones a planes de pensiones individuales (6,6%).
El ahorro a través de productos financieros más complejos como los fondos de inversión, las acciones o activos de renta fija solo es empleado por algo más del 3% de la población.
Fuente: análisis de la Encuesta de Competencias Financieras
Cuentas de ahorro y depósitos con flexibilidad
Según el estudio, la elección de ahorrar en cuentas corrientes o en metálico viene determinada por el nivel de conocimiento en materia financiera, es decir, los individuos con mayores conocimientos generales y financieros y presentan una mayor diversificación entre las formas de ahorro. Sin embargo, entendemos que para los españoles que ahorran en efectivo o en su cuenta corriente es importante la flexibilidad que estas formas de ahorrar otorgan: el dinero siempre está disponible, no corre riesgo y siempre lo tienes a mano, más aún si hablamos del ahorro en metálico que, directamente, se guarda en casa.
Estos son los productos que recomendamos para los ahorradores que buscan poder acceder a su dinero cuando quieran y sin penalizaciones:
- Las cuentas de ahorro. Funcionan como cuentas corrientes, es decir, el titular ingresa dinero en la cuenta y puede acceder a él en cualquier momento, sin ningún tipo de penalización. El titular, además, recibirá intereses por el dinero que deposite en la cuenta. El abono de los rendimientos de las cuentas de ahorro puede ser mensual, trimestral, semestral o anual.
- Los depósitos con cancelación anticipada. Los depósitos a plazo fijo también ofrecen rentabilidad sin correr riesgo, aunque es cierto que son algo más rígidos que las cuentas. ¿En qué consisten? El ahorrador guarda su dinero durante un plazo fijado al inicio del contrato y este se remunerará al tipo de interés que se ha pactado con el banco. A diferencia de las cuentas, los depósitos requieren mantener los ahorros durante el plazo fijado para recibir los intereses, aunque muchos ya permiten la cancelación anticipada, es decir, ofrecen la posibilidad de recuperar el dinero sin penalizaciones. Pero, eso sí, si lo recuperamos, nos ingresarán el importe inicial íntegro, pero no los intereses, que suelen ingresarse una vez finalizado el plazo.
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