Es una evidencia que muchos bancos incluyeron cláusulas abusivas en las hipotecas de sus clientes en los mejores años de la burbuja inmobiliaria (y hasta en los primeros de la crisis). La aplicación poco transparente del IRPH, sin ir más lejos, formaría parte de esa lista de malas prácticas en caso de que finalmente llegue la condena europea. Pero ¿qué otros pecados ha cometido la banca hasta ahora? Y más importante aún: ¿cómo perjudicaron a los afectados? En este artículo repasamos los casos más sonados.

Las cláusulas abusivas más famosas

Intereses mínimos que se aplicaban sin avisar, cobros indebidos de gastos que correspondían al banco, ejecuciones hipotecarias con un solo impago… Las malas prácticas de la banca han afectado, durante la última década, a millones de consumidores. Veamos cuáles han sido las más importantes.

1. El IRPH

El IRPH es un índice alternativo al euríbor que los bancos usaban para calcular el interés de algunas hipotecas variables. Su valor es la media del interés de los préstamos hipotecarios, así que siempre ha sido más alto que el euríbor. Sin embargo, a las entidades se les “olvidó” explicárselo a los clientes, así que su aplicación podría considerarse abusiva por falta de transparencia.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) lo decidirá a finales de este año o a principios del siguiente. Mientras tanto, si tienes una hipoteca con IRPH, puedes usar la siguiente calculadora para simular cuánto debería devolverte el banco si la sentencia es a favor de los afectados:

2. La cláusula suelo

Es la cláusula abusiva más famosa. Era un interés mínimo que muchas entidades incluían en sus hipotecas variables para protegerse ante bajadas del euríbor. Pero como en el caso anterior, no se lo explicaron bien al cliente, así que el suelo fue condenado por falta de transparencia. Además, la justicia europea sentenció que la banca está obligada a devolver a los hipotecados hasta el último euro cobrado de más.

3. Los gastos de hipoteca

Al contratar una hipoteca se generan una serie de gastos de formalización: notaría, gestoría, impuestos… En teoría, los bancos tenían que pagar algunos de ellos, pero obligaron al cliente a abonarlos todos. Esta práctica fue considerada abusiva por el Tribunal Supremo, que sentenció que la banca debe devolver los gastos de registro y la mitad de la gestoría y la notaría.

¿Te obligaron a pagar todos los gastos de hipoteca? El siguiente simulador gratuito te permitirá calcular cuánto podrías reclamarle al banco:

4. Las hipotecas multidivisa

Hace unos 10 años, algunas entidades daban hipotecas en yenes o en francos suizos que salían más baratas. Sin embargo, no explicaron a los titulares que si el valor de estas monedas bajaba respecto al euro, tanto las cuotas como el capital pendiente aumentarían. Y, por desgracia para ellos, eso fue lo que sucedió a partir de 2008.

Finalmente, el Supremo decidió que estas hipotecas multidivisa eran abusivas si no se le explicaron sus riesgos al cliente. Además, condenaron a estos bancos a pasar estos préstamos al euro y a devolver a los afectados lo cobrado de más tanto en intereses como en capital y en gastos asociados al cambio de divisa.

5. El vencimiento anticipado

Hace un tiempo, algunos bancos se reservaban el derecho a ejecutar la hipoteca (embargar la casa) si el cliente dejaba de pagar una sola cuota. En 2013, el TJUE consideró que eso era contrario a las leyes comunitarias, así que la cláusula que lo permitía (la de vencimiento anticipado) fue considerada abusiva.

6. Los intereses de demora

Durante la burbuja inmobiliaria y los primeros años de la crisis, el interés de demora que aplicaban ciertas entidades si dejaban de pagarse las cuotas eran muy desproporcionados: hasta del 20% en algunos casos. Tras varias denuncias de los clientes, el Tribunal Supremo estableció finalmente que ese tipo solo podía ser de dos puntos por encima del interés ordinario de la hipoteca. Y desde el 16 de junio de 2019, la ley no deja que lo supere por más de tres puntos.

7. La cláusula 365/360

Para terminar, hablaremos sobre la cláusula 365/360. Esta se usaba para calcular los intereses diarios que cobraban muchos bancos. En teoría, debían calcularse sobre 365 días (año natural), pero muchos bancos lo hacían sobre 360 días (año comercial). En consecuencia, el cliente pagaba, en realidad, cinco días de más en intereses. El Banco de España considera eso una mala práctica desde el 2016, así que podría reclamarse judicialmente si se aplica en una hipoteca firmada en ese año o posteriores.