En la guerra todo vale. Esta popular expresión, normalmente referida a batallas de rifles y cañones, bien podría aplicarse también la “guerra del pasivo” que protagonizan bancos y cajas españolas desde hace varios meses.

Hay que captar más liquidez por menos precio a toda costa, así que las entidades financieras no dudan en usar tretas más o menos elaboradas para conseguirlo. A continuación os presentamos los 5 trucos más habituales que usan los comerciales bancarios para hacernos firmar un depósito:

  1. La “casualidad” del importe mínimo. Cuando preguntamos cuál es el mínimo a aportar para abrir el depósito nos suelen preguntar de cuánto dinero disponemos. Entonces se produce la “casualidad”: si tienes 15.000€, ¡vaya! ¡Ese es el importe mínimo! Para evitarlo es mejor ser receloso sobre las cantidades de que disponemos y preguntar por el importe mínimo real
  2. “Garantizamos el 100% del capital”. A veces los bancos justifican un interés bajo diciendo que ellos, a diferencia de la competencia, garantizan el 100% del capital invertido. Sin embargo, todos los depósitos a plazo fijo lo garantizan, por lo que esta afirmación es una enorme falacia
  3. El caso “depósito al 4,50% a 18 meses”. A veces nos ofrecen rentabilidades que parecen muy elevadas, como un 4,50% a 18 meses. Lo que no nos dicen es que esa rentabilidad es el interés nominal total resultante de los 18 meses, y no la TAE que es la tasa anual usada para comparar depósitos. Un 4,50% a 18 meses, por ejemplo, equivaldría a un 3,20% TAE. Suena menos atractivo, ¿no?
  4. El as en la manga. Cuando ninguno de los depósitos a plazo fijo del banco nos gusta, los suplentes salen del banquillo. Depósitos estructurados, obligaciones, bonos, pagarés… los bancos tienen a día de hoy una amplia oferta de productos de inversión y no dudan en venderlos como si de depósitos a plazo fijo se tratara. Suelen tener una rentabilidad interesante, pero también un riesgo mayor, especialmente las obligaciones, bonos y pagarés. En estos casos lo mejor es asegurarse de qué tipo de producto se trata y cuál es su riesgo, y sólo contratarlos si tenemos conocimientos suficientes
  5. Comisiones en la cuenta corriente vinculada. Abrir una cuenta corriente para domiciliar los intereses devengados es obligatorio en todo depósito, pero esto no significa que tengan que tener comisiones. Hay que preguntar por ellas para evitar sorpresas desagradables como la del Depósito Confianza 15 de Ibercaja, que remunera al 3,85% TAE pero tiene una comisión de 18 euros semestrales. En este caso se da la circunstancia de que, si invertimos la cantidad mínima (1.000 euros) al final del depósito (11 meses) no sólo no habríamos ganado nada sino que habríamos perdido 1 euro. Así que mucho ojo.

Son todas las que están, pero no están todas las que son. De tretas bancarias siempre aparecen nuevas, su único límite es la imaginación de sus comerciales. Por eso nuestra mejor arma es estar informados y, sobre todo, bien atentos a qué firmamos o dejamos de firmar.

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