Llevar las cuentas de un negocio no es sencillo, especialmente en estos años en los que los retrasos en los pagos lastran a las pequeñas compañías. Según un informe de Cepyme, el periodo medio de pago de las operaciones comerciales es de 79,4 días, por lo que muchos empresarios y autónomos necesitan recurrir a diversos instrumentos de financiación para empresas para poder hacer frente a todos sus gastos mientras no cobran por sus servicios. A continuación repasamos cuáles son los más utilizados y vemos qué ventajas ofrece cada uno.

Los mejores productos para financiar empresas

Muchos negocios optan por financiarse a través de las aportaciones de los propios socios o negociando aplazamientos de pago con sus proveedores, pero en la mayoría de los casos también tienen que acudir a entidades de crédito para obtener liquidez extra. Los productos que mencionamos a continuación son los más demandados:

  1. Préstamos convencionales: son productos de financiación con los que se pueden obtener sumas fijas de dinero a devolver en un plazo determinado. Se utilizan sobre todo para invertir en nuevos proyectos (comprar maquinaria, ampliar el local, etc.), aunque también se pueden contratar para financiar circulante.
  2. Líneas de crédito: a diferencia de los préstamos, las líneas de crédito para pymes y autónomos dan la opción de ir retirando dinero a medida que se necesita (sin rebasar el límite fijado por la entidad) y pagar intereses solamente sobre el capital dispuesto. Por sus características, estos productos son perfectos para financiar circulante, es decir, para cubrir a corto plazo las necesidades que genera la propia dinámica del día a día del negocio (pago a proveedores, abono de salarios, etc).
  3. Descuento comercial: este instrumento para financiar empresas también se utiliza mayoritariamente para obtener capital circulante extra. En este caso, la entidad anticipa al negocio el importe de una obligación de pago que aún no ha vencido, como una factura o un pagaré, y se encarga de la gestión del cobro de la misma.

El capital que se puede obtener con estos instrumentos, así como los requisitos que hay que cumplir para acceder a ellos, depende de las condiciones de financiación establecidas por cada entidad y de la propia solvencia del negocio.

¿Quién concede financiación para empresas?

Ahora que ya sabemos cuáles son los instrumentos más utilizados, es interesante saber a quién podemos acudir para obtenerlos. Actualmente, estas son las principales entidades que conceden crédito para pymes, autónomos y grandes empresas:

  • Bancos: las entidades bancarias siguen siendo, a día de hoy, una de las principales proveedoras de financiación para los negocios y las pequeñas y medianas empresas. Los instrumentos que conceden los bancos tienen un interés competitivo y unas condiciones adaptadas a la necesidad a financiar, pero para acceder a ellos es necesario cumplir unos requisitos bastante estrictos (facturación mínima, antigüedad, plan de negocios, etc.).
  • Empresas de capital privado: durante los últimos años, han aparecido diversos prestamistas online privados que también ofrecen servicios financieros para autónomos y pymes. En este caso, el interés aplicado sobre el crédito suele ser mayor, aunque los requisitos para conseguirlo son más flexibles.
  • Instituciones públicas: los ayuntamientos, las Comunidades Autónomas y el propio Estado también conceden financiación y ayudas económicas a las empresas de nueva creación o a las que planean ampliar su negocio. Las condiciones ofrecidas dependen de cada producto.
  • Plataformas de crowdlending: son páginas web en las que convergen compañías que necesitan financiación con inversores independientes dispuestos a prestarles dinero para obtener rentabilidad. El precio de sus instrumentos de financiación para empresas es muy competitivo, pues no se incluyen gastos de vinculación de ningún tipo.

Finalmente, tampoco podemos olvidarnos de los intermediarios financieros que conceden préstamos con garantía hipotecaria para emprendedores autónomos. Por ejemplo, SUIZAINVEST ofrece créditos de hasta 300.000 € a devolver en un máximo de 15 años a un interés desde el 11 %, que se pueden conseguir aportando un local en propiedad como garantía.

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