Se dice que la realidad supera a la ficción y no puedo estar más de acuerdo. De hecho, muchas veces los sucesos de la vida cotidiana son tan espeluznantes que contarlos en la pantalla grande es casi una obligación moral para los directores de cine. Algo así ocurre con El Vigilante, el nuevo éxito de Netflix creado por Ryan Murphy —quizás lo recuerdes por otras series aclamadas por el público, como American Horror Story—.
La historia comienza con una familia estadounidense que, cansada de la inseguridad y el agobio de la ciudad, compra una casa de cinco millones de dólares en las afueras. Esperaban, por supuesto, una vida lujosa y tranquila, pero el destino tenía otros planes. Tras instalarse en la nueva vivienda, la familia comienza a recibir cartas siniestras, donde una persona desconocida los amenaza y asegura que vigila todos sus movimientos. ¿Su objetivo? Que la familia abandone la vivienda cuanto antes y para siempre.
Todo muy interesante, pero probablemente te estés preguntando qué tiene que ver todo esto con la venta de tu casa. Te lo cuento ahora. Ten cuidado porque siguen algunos spoilers.
El terror como estrategia y otras formas de ‘quemar’ la propiedad
La cuestión es que la familia se obsesiona con encontrar al responsable de las amenazas y, entre otras hipótesis, barajan la posibilidad de que ‘El vigilante’ sea su agente inmobiliaria, quien soñaba con comprar la vivienda en cuestión, pero estaba fuera de su presupuesto. Las amenazas serían, entonces, su estrategia para obligar a los propietarios a vender la casa muy rápido y, lo que es más importante, para obligarlos a rebajar el precio. Esto es lo que ocurre finalmente y la propiedad se vende con pérdidas, por una suma de entorno a los tres millones de dólares.
En la jerga, se conoce como ‘quemar’ la propiedad y no hace falta que el inmueble se convierta en el escenario de una película de terror para malvenderse. Existen, en efecto, otras formas más cotidianas y menos dignas de una serie de suspenso que conducen al mismo fin. Te damos algunos ejemplos para que puedas evitarlos.
Un precio demasiado alto le quita atractivo a tu inmueble
Lo repetiré hasta el cansancio: el precio es la clave para vender tu casa con éxito. Pero ¿cómo un precio demasiado alto puede conducir a malvender el inmueble? La respuesta es bastante simple. Si publicas la propiedad por un valor desorbitado que ningún comprador está dispuesto a pagar, pasará meses en el mercado sin recibir ofertas y su visibilidad en los portales inmobiliarios será cada vez menor.
Además, los compradores que buscan viviendas cada día se cansarán de ver siempre la misma propiedad y dejarán de considerarla como una opción de compra. Esto conduce, necesariamente, a bajar el precio. Y la rebaja debe ser alta para que impacte de forma positiva tanto para los compradores como en el posicionamiento de los portales inmobiliarios.
Esto sin mencionar que dilatar tanto la venta puede conducir a vender con prisas. Y si navegas en HelpMyCash y lees nuestros artículos, sabrás que quien vende con urgencia, vende a un precio más bajo. La rapidez tiene su coste.
Apariencia descuidada significa rebaja
Todo entra por los ojos y la primera impresión influye mucho en la decisión de compra. Si la apariencia de tu vivienda es agradable, puedes venderla por un precio más alto. Así lo aseguran los especialistas en Home Staging, quienes estiman que el precio de cierre puede incrementarse entre un 5% y un 25% tras mejorar el aspecto de la propiedad.
También ocurre lo contrario. Tu vivienda puede tener mucho potencial, pero si un comprador corriente se encuentra con un inmueble descuidado, con grifos que gotean, paredes manchadas y ambientes repletos de suciedad, lo descartará, o bien, hará una oferta de compra más baja.
El peligro más amenazante: la falta de información
Todo lo dicho hasta ahora es importante, pero el peligro más amenazante es la falta de información. No soy Ryan Murphy ni tengo su capacidad para crear una gran historia a partir de una situación común y corriente, pero sí puedo advertirte sobre ciertas cuestiones para que puedas evitarlas: algunas agencias inmobiliarias quieren cerrar la venta rápido, aunque esto implique malvender tu propiedad y tú no tengas ninguna prisa. El siguiente suceso se repite entre distintos usuarios de HelpMyCash:
La inmobiliaria hace su valoración, que el propietario acepta por desconocimiento. Cuando encuentra un comprador y llega el momento de tasar oficialmente la vivienda para que este pida su hipoteca, descubre que el precio de venta es bastante más bajo que el valor de mercado.
Pero la buena noticia es que esto puede evitarse contactando con al menos tres agentes inmobiliarios antes de decantarse por uno y, por supuesto, leyendo HelpMyCash. Trabajamos duro para aportar transparencia a este mercado que, a veces, se parece bastante a una historia de terror.
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