Entre tanto producto financiero, puede que sean los que menos focos atraen. Los minicréditos y los préstamos personales tradicionales son más conocidos por la mayoría de usuarios y nuestro protagonista suele tener una mayor presencia en el mundo empresarial. Sin embargo, las líneas de crédito pueden resultar muy interesantes también a título personal. De hecho, presentan una serie de características que las sitúan como una especie de punto intermedio dentro del mercado financiero.
¿Qué hace de las líneas de crédito un producto especial?
Desde HelpMyCash.com siempre recomendamos que, antes de solicitar financiación, debemos hacer dos cosas: en primer lugar, analizar nuestra situación personal; después, comparar entre las distintas opciones del mercado. Entender ambas cosas nos acercará a la elección correcta. Eso sí, puede que haya un producto financiero que tenga un porcentaje de acierto muy grande independientemente de la coyuntura que atravesemos. Se trata de las líneas de crédito, que reúnen tres características que las convierten en una posibilidad viable para infinidad de situaciones:
1. Variedad de importes
Un préstamo puede ir desde unos 50 euros hasta cientos de miles de ellos según nuestras necesidades. Aunque si excluimos las hipotecas, la media se reduce notablemente. Las líneas de crédito van, por lo general, desde los 500 euros hasta los 5.000. Con esas cantidades podemos hacer frente a muchas de las necesidades que nos pueden ir surgiendo.
De esta forma, podemos disponer de mucho más dinero que los minicréditos y, pese a que no llega a importes de los préstamos tradicionales, permite utilizar una cantidad de dinero relativamente alta que puede responder con acierte en multitud de situaciones.
2. Pagas intereses por lo que consumes
Las líneas de crédito, al contrario que lo que entendemos por préstamos tradicionales, no entregan un importe exacto a devolver, sino que permiten tener a nuestra disposición un límite de crédito que cada usuario decide si utilizar o no. Por tanto, los intereses se generan sobre el importe dispuesto, no sobre el total fijado por la entidad.
Además, sus intereses son mucho más bajos que los de los minicréditos y, aunque se quedan lejos del coste de los préstamos personales habituales, la diferencia si devolvemos el dinero en un período de tiempo corto o medio será relativamente pequeña entre ambas opciones.
En este sentido, el Crédito Directo de Cofidis ofrece desde 500 hasta 4.000 euros en 48 horas a devolver en un plazo que va desde los 13 hasta los 41 meses. Además, su coste es de los más contenidos entre su competencia: 22,12% TIN (24,51% TAE).
3. ¡Son rápidas!
Una de las características de nuestra era es la velocidad. Necesitamos las cosas para ayer. En el mercado financiero, históricamente esta no había sido una de sus características principales. Sin embargo, no ha quedado otra que adaptarse. En este aspecto, las líneas de crédito online son una de las alumnas avanzadas. Buena parte de ellas permiten realizar todos los trámites y disponer del dinero en apenas unas horas o pocos días.
La línea de crédito te lo da todo
Tal y como anunciábamos, su velocidad de concesión, la variedad de importes que ofrece y el coste contenido de sus intereses convierten a las líneas de crédito en una alternativa del mercado muy a tener en cuenta. ¿Su principal ventaja? Que pueden servir tanto para gastos puntuales como pagar una multa o reparar una avería como para hacer frente a algún coste de mayor envergadura. Y todo ello de forma rápida y segura.
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