Las entidades de préstamos rastrean las redes sociales de sus clientes

La irrupción de las redes sociales en nuestras vidas es ya un hecho innegable. Las utilizamos para comunicarnos con nuestros conocidos mientras viajamos, cuando estamos en casa e, incuso, en el trabajo. Muchas veces, nuestro modo de empleo de estas plataformas virtuales es un reflejo preciso de nuestra personalidad y, por ello, las empresas financieras han empezado a fijarse en él. Los prestamistas están empezando a subcontratar compañías tecnológicas que utilizan el big data para monitorizar nuestro comportamiento virtual y determinar en consecuencia si somos clientes susceptibles de pagar a tiempo nuestros pagos de préstamos.

Un “me gusta” en Facebook puede ser motivo de denegación

Los métodos tradicionales que utilizaban los bancos para conocer la salud económica de sus clientes han quedado casi obsoletos. Aunque se sigan pidiendo extractos bancarios o documentos comprobantes de la nómina u otras retribuciones, los prestamistas han ampliado sus métodos para determinar si un cliente devolverá o no un crédito.

Puede parecer alarmante pero en realidad no lo es tanto. Es natural que a medida que avanza la sociedad también lo hagan los métodos de evaluación de las entidades financieras de cara a los préstamos u otros productos. Bajo este principio, han centrado sus esfuerzos en analizar el comportamiento de los clientes en sus perfiles personales de las redes sociales, según fuentes de la empresa Axis Corporate, consultoría especializada en el “incremento del valor real” de sus clientes.

¿Cómo detectan a un posible moroso?

Según la información publicada en el diario Financial Times, en Reino Unido existen empresas que analizan el perfil social en Internet de sus clientes a la hora de conceder préstamos. Los métodos son tan simples como rastrear si un cliente ha utilizado la expresión “waste money” (traducido como despilfarrar dinero) y bajo qué circunstancias.

En España ya se están empezando a utilizar plataformas de rastreo de la huella digital para determinar si un cliente tiene tendencia a caer en impago o no. Estas herramientas se dedican a la gestión masiva de datos y a monitorizar de manera íntegra el tipo de páginas web a las que el cliente accede habitualmente; sus aficiones en Facebook, su actividad en Twitter o dónde hace las fotos de Instagram.

Los préstamos más accesibles

Por todos estos motivos, nunca nos convendrá como clientes hacer bromas o tomarnos a la ligera en nuestras redes sociales temas relacionados con la banca o la morosidad, ya que las compañías de préstamos podrían llegar a denegarnos un crédito por nuestros historial.

Sea cual sea nuestro comportamiento en Internet, a buen seguro que nos interesarán las siguientes ofertas de préstamos personales si estamos buscando una financiación barata en la que apoyarnos.

Con estos créditos personales podremos conseguir varias decenas de miles de euros para proyectos determinados que tengamos en mente como reformar nuestro hogar o comprar un coche nuevo. Los plazos de reembolso serán muy variables y pueden llegar a varios años. Además, ninguna de estas tres compañías nos obligará a cambiar de banco ni nada similar.