La comisión de transferencia en las cuentas bancarias es una de las más difíciles de evitar. La gestión de envío de dinero de un banco a otro suele ser gravada con entre 1 y 3 euros normalmente, justificados como “gastos de gestión”, y suele ser más común y cara en operaciones realizadas en oficinas y cajeros que en transferencias online o telefónicas.

Es por eso que las cuentas online están ganando adeptos día tras día. Al tener menos gastos de oficinas y personal, los bancos online pueden permitirse cuentas verdaderamente sin ninguna comisión, ni de mantenimiento ni de transferencia.

El problema es que muchas personas no pueden cambiar de banco porque tienen la nómina comprometida en una entidad, ya sea por poseer una hipoteca o por estar dentro de un compromiso de permanencia. Estas personas suelen optar por abrir una cuenta de ahorro en un banco que no cobre comisiones. Lo que muchas de estas personas no saben es que pueden mover su dinero de una cuenta a otra sin pagar ni un euro, gracias a la Orden de Transferencia de Efectivo (OTE).

Una OTE es una operación sólo permitida entre dos cuentas que, aun siendo de bancos distintos, tengan el mismo titular. Se trata de pedir desde el banco B una cantidad determinada de dinero al banco A (a diferencia de una transferencia, que se trata de enviar X dinero del banco A al B).

Pongamos que Juan tiene la nómina domiciliada en La Caixa y decide abrirse la Cuenta Azul de iBanesto para conseguir una rentabilidad del 3,40% TAE. Quiere transferir cada mes 200 euros para ahorrar, pero si lo hiciera desde un cajero La Caixa le cobrarían 3 euros cada vez. Sin embargo, con la opción de hacer una OTE desde iBanesto la operación no le costaría nada. El ahorro sería de 3 euros al mes, es decir, de 36 euros al año.

El único inconveniente de hacer una OTE es que suele tardar más (un máximo de 4 días hábiles). Pero, si se realiza con la previsión suficiente, es la mejor manera de mover dinero entre tus cuentas sin perder dinero en el proceso.