La crisis económica, junto con la subida de la factura de la luz, ha agudizado la pillería en nuestro país. Tanto es así que la manipulación del contador de luz ha crecido en adeptos en el último año. Tal y como han publicado algunas de las principales comercializadoras eléctricas, el número de expedientes abiertos por fraude ya asciende a 115.400, pero ¿son todo reales? Según las organizaciones de consumidores, no.

Contador de luz inteligente, pero manipulable

Según fuentes de El Confidencial, Endesa habría detectado casi 75.000 irregularidades en sus sistemas de medición, de los cuales un 35 % se corresponden a enganches ilegales. También Unión Fenosa ha señalado que, en su caso, los expedientes ascienden a más de 40.400, aunque parece que el mayor fraude procede de la manipulación del contador de luz.

Pese a que los nuevos contadores de luz son más seguros (están encriptados, utilizan dos claves de seguridad y la información está automatizada), podrían no ser infranqueables. Por no olvidar que aún hay muchos hogares españoles que siguen con el contador de luz anterior. En definitiva, un escenario bastante idóneo para que los más avispados intenten evitar pagar por su consumo real.

Ahora bien, ¿quién paga estas irregularidades? Como suele pasar, todos los consumidores. Según datos de la CNMC, el fraude de los contadores de luz supone un sobreprecio del recibo de 150 millones de euros. La cifra es demasiado elevada, más teniendo en cuenta que durante el último año se han ido cambiando los contadores de luz por los modelos inteligente. ¿A caso no son tan «inteligentes» como se esperaba?

Desde Viesgo explican que el nuevo contador de luz permite descubrir el fraude a tiempo real, puesto que en el momento que detecta una irregularidad salta una alarma. De esta forma, se garantizaría que las pérdidas generadas por esta manipulación de las cifras afectara al resto de clientes. No obstante, parece que se están registrando más fraudes de los que se deberían.

Crecen las reclamaciones por falsas manipulaciones

Diversas organizaciones de consumidores llevan tiempo señalando la crecida de reclamaciones de usuarios afectados por supuestas manipulaciones del contador de luz. También desde la CNMC afirman que el número de reclamaciones en lo relativo a las supuestas manipulaciones de los contadores de luz ha crecido. Tan solo hay que echar un vistazo a 2015, en el cual se registraron hasta 1.230 reclamaciones de usuarios en contra de las eléctricas por fraude en contadores, siendo Iberdrola la que más ha acumulado.

El principal problema no es la multa, la cual va desde los 600 euros a los 3.000 euros, además del corte del suministro eléctrico; sino que los clientes no reciben evidencias de que el aparato haya sido manipulado. Es, por tanto, una acusación sin pruebas de la que los usuarios no pueden defenderse.

En definitiva, el usuario medio vuelve a ser la presa fácil en un escenario en el que la picardía de unos vacía los bolsillos de otros. Por ello, ante cualquier irregularidad en nuestras facturas de luz, no debemos conformarnos y tomar todas las medidas legales que estén en nuestra mano.