La inflación de la zona euro está disparada: en septiembre alcanzó el 3,4% y en octubre subió hasta el 4,1%. Y esto, además de encarecer la vida de los europeos, también puede afectar a los que tienen una hipoteca variable, que ahora pagan unas cuotas muy bajas gracias al euríbor negativo. En este artículo explicamos por qué la inflación puede hacer aumentar la cotización de este índice, cuál ha sido su evolución en las últimas semanas y qué podría pasar en el futuro.

¿Por qué la inflación puede hacer subir el euríbor?

La relación entre la inflación y el euríbor es más estrecha de lo que parece. Este índice representa el interés medio al que los bancos se prestan dinero entre ellos. Y si actualmente cotiza bajo cero es, en gran medida, porque el Banco Central Europeo (BCE) tiene sus tipos al 0% y la facilidad de depósito al -0,5% para estimular la economía comunitaria.

Traducido, significa que el BCE presta dinero gratis y cobra por guardárselo a los bancos, lo que provoca que las entidades se presten con tipos por debajo del 0% y que el euríbor esté negativo (-0,477% en octubre). Ahora bien, si la inflación sigue disparada, este organismo podría subir sus tipos para contenerla, una medida que derivaría, probablemente, en un aumento del índice al que están referenciadas las hipotecas variables.

Este índice ha subido… y luego ha bajado

La subida de la inflación, por lo tanto, podría explicar por qué el euríbor ha cotizado al alza en octubre y en algunos días de noviembre. Y es que los bancos, previendo una posible subida futura de los tipos del BCE, probablemente han aumentado los intereses de los préstamos que se hacen entre ellos, lo que seguramente ha contribuido a la subida del euríbor.

Así, el valor mensual medio de este índice pasó del -0,492% de septiembre al -0,477% de octubre. Y los registros diarios del 1 y el 2 de noviembre aumentaron hasta el -0,443% y el -0,461%, respectivamente. Como es lógico, eso disparó las alarmas de muchos hipotecados, pues si el euríbor sigue esta tendencia al alza y deja de cotizar en negativo, sus cuotas subirán.

Afortunadamente para ellos, esta situación ha durado poco: desde el 3 de noviembre, los valores diarios de esta referencia se han situado por debajo del -0,47%. Y, de hecho, el 8 de noviembre el euríbor bajó hasta el -0,501%, uno de los registros más bajos de su historia (aunque luego subió ligeramente).

Entonces, ¿hasta cuándo tendremos un euríbor negativo?

Uno de los responsables de esta última bajada del euríbor es, probablemente, el Banco Central Europeo. Su presidenta Christine Lagarde aseguró, hace unos días, que su organismo no se plantea subir los tipos a corto plazo. Y es que esperan que la inflación, que consideran disparada por la subida de los precios de la energía y la recuperación de la economía, vuelva a situarse por debajo del 2% en 2022.

Habrá que ver, por lo tanto, si se cumplen o no las previsiones del BCE. Si se cumplen y la inflación baja en 2022, es más que probable que el euríbor siga por debajo del 0% unos años más (muchos expertos creen que un mínimo de cinco años). Ahora bien, si no se cumplen y sigue disparada, este organismo sí podría verse obligado a subir sus tipos, por lo que los valores negativos de este índice sí podrían tener los días contados.

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