La edad de jubilación se volverá a retrasar en 2025: los trabajadores que quieran jubilarse el próximo año con el 100% de la pensión deberán tener ya cumplidos 66 años y ocho meses.
Y es que la reforma de las pensiones de 2019 estableció que la edad de jubilación se irá adaptando para alcanzar los 67 años de manera gradual, incrementándose cada año en dos meses.
Como si eso fuera poco, la pensión pública, que tradicionalmente ha sido la principal fuente de ingresos en la jubilación, puede no ser suficiente para mantener nuestro estilo de vida: la tasa de sustitución representa el 80,4% de tu último salario. Así, un salario de 1.000 euros se convertiría en una pensión de 804 euros.
Todo esto anticipa que debemos empezar a planificar cuidadosamente la gestión de los ahorros hasta ese momento, de forma tal que tengamos una adultez tranquila, al menos financieramente.
Preparar el retiro: la importancia de actuar pronto
Esperar hasta los 67 años puede ser demasiado. Y aunque la jubilación anticipada puede conllevar penalizaciones en la pensión pública, contar con ahorros adicionales a través de planes de pensiones y fondos de inversión puede ayudar a mitigar este impacto y permitir acceder al retiro antes de la edad establecida.
Tener un respaldo financiero permitirá que la penalización no afecte significativamente nuestro poder adquisitivo y nuestra calidad de vida en la jubilación.
Si el retiro anticipado no es opción, la inversión a largo plazo también puede ser el complemento necesario para la pensión una vez jubilados. Pero ¿dónde invertir?
Planes de pensiones: ventajas fiscales a largo plazo
Una de las mejores herramientas disponibles para ello son los planes de pensiones.
- Ahorro a largo plazo. Los planes de pensiones están diseñados, precisamente, para fomentar el ahorro a largo plazo. Cuanto antes empieces a contribuir a ellos, más rentabilidad podrás acumular gracias al interés compuesto. En ese sentido, recuerda que la inversión en renta variable implica mayor riesgo, pero te dará también mayores rendimientos, algo fundamental si quieres ver crecer tu inversión.
- Beneficios fiscales. Los aportes a planes de pensiones pueden beneficiarse de desgravaciones fiscales, lo que significa que, además de ahorrar para el futuro, puedes reducir tu carga tributaria actual. En ese sentido, puedes aportar hasta 1.500 euros anuales en estos productos, que te permitirán reducir tu IRPF en la próxima Declaración de la Renta.
- Rescate. Si bien los planes de pensiones tienen restricciones para su rescate, existen circunstancias en las que puedes acceder a tus ahorros antes de la jubilación como enfermedad. Y a partir de 2025, podrás rescatar tu plan de pensiones cuando hayan pasado 10 años desde la primera aportación.
Fondos de inversión
Por su parte, los fondos de inversión también permiten generar un colchón gracias al interés compuesto, especialmente si se invierte en renta variable. Aportan, además, otras ventajas:
- Flexibilidad. Los fondos de inversión ofrecen diferentes opciones que se adaptan a tu perfil de riesgo y a tus objetivos financieros. Por ejemplo, con los fondos indexados al S&P 500 podemos invertir en la bolsa estadounidense que tiene una rentabilidad media histórica del 10%.
- Rescates. Los fondos de inversión, por su parte, permiten mayor flexibilidad para retirar tu dinero cuando lo necesites.
- Ventaja fiscal. Los fondos de inversión permiten diferir el pago de impuestos. No tendrás que abonar nada hasta que vendas el fondo y recuperes tu inversión más los intereses generados.
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