Lo hemos visto con los bancos. Mientras que antes todas las operaciones se hacían en las oficinas, ahora predominan las transacciones digitales: puedes hacer un Bizum en segundos, gestionar tu dinero desde una App y hasta pagar con el móvil en cualquier sitio. Pero en los últimos días también hemos visto que muchas personas continúan eligiendo la gestión presencial, propia del modelo más tradicional de atención al cliente. Lo mismo ocurre con el mercado inmobiliario.

Las consultas por compraventas se llevan a cabo cada vez más en los marketplaces (como Idealista o Fotocasa) y menos en las oficinas; las tasaciones tienden a hacerse también en la web y la firma de contratos comienza a digitalizarse, con la única salvedad de la escritura de compraventa que continúa siendo presencial de forma obligatoria.

Y aunque la automatización de los procesos en 2016 era una característica de las inmobiliarias online, el estallido de la pandemia de la Covid-19 puso en jaque a muchos modelos tradicionales. Como dijo Darwin, “no es el más fuerte el que sobrevive, sino el que mejor se adapta al cambio”. Y fue siguiendo esta premisa que muchas inmobiliarias se vieron obligadas a implementar o acelerar su transformación digital.

Pero también está ocurriendo el camino inverso. Retomando el ejemplo de los bancos, las inmobiliarias más digitales comienzan a entender que una parte de sus clientes necesita la cercanía de la atención presencial. Es por ello que sus modelos de negocio también comienzan a adaptarse a esta realidad híbrida, donde coexisten la virtualidad y la presencialidad. Pero entonces, ¿está desapareciendo la brecha entre las agencias online y las tradicionales? En parte sí, pero sus modelos de negocio continúan presentando algunas diferencias.

La diferencia que prevalece (o no tanto): costes y planes de servicios

Modelo tradicional

Los modelos de agencias tradicionales ofrecen un servicio único e integral, donde acompañan al propietario desde el principio hasta el final de la venta, e incluyen todas las gestiones propias de la operación, independientemente de que el vendedor las necesite o no. Estos servicios, a grandes rasgos, son: tasación, fotografías y vídeos profesionales, filtro de compradores, gestión de las visitas, redacción de contratos, gestión de documentos como cédula de habitabilidad y certificado energético, acompañamiento a la firma de la escritura, etc. 

El coste de todo esto varía de una agencia a la otra, e incluso puede cambiar en la misma inmobiliaria en función de si se firma un contrato de exclusividad o no. Pero de manera general oscilan entre el 3% y el 7% del precio de venta del piso.

Modelo online

Las inmobiliarias online, en cambio, cobran tarifas fijas que son más baratas, pero incluyen unos servicios acotados. El propietario puede partir, entonces, de sus planes básicos e ir añadiendo las gestiones extra que necesite.

Por ejemplo, en general, las inmobiliarias online proponen que sea el propietario quien se encargue de las visitas y de la gestión del certificado energético y la cédula de habitabilidad, si es que son necesarios. Pero si el vendedor necesitase de estos servicios, puede contratarlos pagando un coste adicional. 

Con respecto a las tarifas, los planes de base oscilan entre los 1.000 y los 2.000 euros si se paga al inicio de la operación, o entre los 2.000 y 5.000 euros si se pagan con la firma de las arras. El pack de visitas varía entre los 1.000 y los 3.600 euros, dependiendo de la agencia, y la gestión de la documentación suele costar entre 200 y 400 euros.

Pero incluso esta diferencia comienza a difuminarse: desde hace un año, aproximadamente, algunas inmobiliarias tradicionales comenzaron a anunciar tarifas fijas para intermediar la venta de viviendas, pero han mantenido también la gestión integral por comisión. Todo indica, entonces, que el mercado se vuelve cada vez más competitivo y fuerza a las agencias a adaptarse a las nuevas necesidades de sus clientes.

El futuro inmobiliario: transformación digital y el cliente como epicentro

No podemos adivinar cómo será la inmobiliaria del futuro, pero seguramente combinará lo mejor de los dos mundos: el uso de herramientas digitales para agilizar los procesos y la cercanía para con los clientes que aporta la presencialidad. Lo que es seguro es que ningún modelo está condenado a desaparecer, siempre que conserven la flexibilidad de adaptarse a las nuevas necesidades de los propietarios. 

Mientras tanto, puedes elegir entre dos tipos de servicios: comisión más alta por un servicio integral, o tarifas fijas por un pack de servicios al que puedes añadir las gestiones adicionales que desees. Si quieres comparar ambas opciones, en HelpMyCash te ayudamos a hacerlo.

ENCUENTRA LA MEJOR INMOBILIARIA PARA TI

  • Completa el formulario
  • Buscamos las mejores agencias
  • Te contactarán sin compromiso