¿Sueñas con tener un apartamento al lado de la playa? ¿O con una casita en la montaña? Si te has decidido por hacer realidad el proyecto de comprar una residencia para pasar las vacaciones, probablemente necesitarás dinero para financiar la adquisición. Y, por lo tanto, tendrás que buscar hipotecas para segunda vivienda, que son unos productos con unas características un poco distintas de las de los préstamos hipotecarios convencionales.

Como la misión de HelpMyCash es ayudarte a tomar las mejores decisiones financieras, en este artículo repasaremos todo lo que debes tener en cuenta si quieres financiar la compra de una casa o de un apartamento para las vacaciones de verano.

Para comprar una segunda residencia necesitas más ahorros

La principal diferencia entre las hipotecas para segunda vivienda y las que son para residencia habitual es el importe. En concreto, el porcentaje de compra que financia el banco. Como la entidad se arriesga más al prestarte el dinero, porque es más probable que dejes de pagar el préstamo de un sitio en el que no vives normalmente, suele conceder un capital inferior.

Para que te hagas una idea, una hipoteca para vivienda habitual suele financiar hasta el 80% de la compra, mientras que una para segunda residencia cubre un máximo del 60% o del 70% de la operación. ¿Y qué implica eso? Que necesitarás tener más dinero ahorrado para pagar la entrada y los gastos asociados a la compraventa.

Por ejemplo, pongamos que quieres comprar un apartamento en la playa que cuesta 200.000 euros. Si el banco te financia el 60% de la compra, necesitarás tener ahorrados 80.000 euros para la entrada y 20.000 euros para los gastos; 100.000 euros en total. En cambio, si pidieras una hipoteca para adquirir una vivienda habitual de ese mismo precio, el volumen de ahorros necesario para afrontar la operación sería de 60.000 euros.

Asegúrate de poder pagar la hipoteca para segunda vivienda

Como los bancos prestan menos dinero, podrías pensar que la cuota que pagarás por una hipoteca para segunda vivienda será más asequible. Pero ojo, porque no tiene por qué ser así. Debes tener en cuenta que estos productos suelen tener un plazo más corto, de hasta 25 años como máximo (frente a los 30 de los préstamos hipotecarios convencionales) y que, en algunos casos, te aplicarán un interés algo más elevado.

En consecuencia, es especialmente importante que te asegures de poder hacer frente a las cuotas de la hipoteca que contrates para comprar tu residencia vacacional. Desde HelpMyCash te ofrecemos un sencillo truco: para mantener el endeudamiento controlado, lo que pagues mensualmente por todos tus créditos (hipoteca incluida) no puede superar el 30% de tu sueldo neto mensual.

Por ejemplo, imagínate que vas a comprar una segunda vivienda con tu pareja y que, entre los dos, cobráis unos ingresos mensuales netos de unos 3.500 euros. Para que las deudas no se os vayan de las manos, no debéis dedicar más de 1.050 euros al pago de las cuotas de la futura hipoteca y de los otros créditos que tengáis vigentes.

Compara varias hipotecas para segunda vivienda

Con estas coordenadas bien claras, tendrás que buscar hipotecas para segunda vivienda que se ajusten a tus necesidades y a tu nivel económico. Y ahí va otro consejo: no te quedes solo con la oferta que te haga tu banco. Nuestra recomendación es que pidas financiación a varias entidades, porque así tendrás más opciones de conseguir unas buenas condiciones.

Y ya puestos, regatea con todos los bancos con los que contactes para que mejoren sus ofertas iniciales. Si tu situación económica es buena, es posible que acepten algunas exigencias, como aplicarte un interés más bajo, no cobrarte comisiones o incluir menos productos asociados a la hipoteca.

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