Ahora que llega el buen tiempo, a muchos nos gustaría tener una segunda residencia para cambiar de aires: en la playa, en la montaña, con terraza, sin vecinos… Además, el estar dos meses confinados también ha despertado el interés de algunos españoles por contar con una segunda propiedad más amplia y lejos del asfalto de la ciudad. Si es nuestro caso, antes de emprender la búsqueda, no estaría de más que recordáramos los tres aspectos que diferencian a las hipotecas para segunda vivienda de los créditos para vivienda habitual.

1. Los bancos solo financian hasta el 75%

El primer condicionante que debemos tener en cuenta es que el porcentaje de financiación de las hipotecas para segunda vivienda no supera el 75%. Esto se debe a que los bancos ven más riesgo de impago en un préstamo hipotecario de una casa en la que no vivimos la mayoría del año que en una hipoteca de vivienda habitual.

Poder optar a una financiación menor requiere unos ahorros mayores. Por ejemplo, si estamos pensando en comprar un apartamento en la playa por 150.000 euros, tendremos que poner de nuestro bolsillo, al menos, unos 40.000 euros. Además, no podemos olvidarnos de los costes de compraventa, que rondarían los 15.000 euros en este caso.

2. Hipotecas para segunda vivienda, un plazo más corto

Otro de los aspectos que caracterizan a las hipotecas para segunda residencia es un periodo de amortización más corto. Por lo general, los bancos ofertan estos préstamos hipotecarios con un plazo límite de hasta 25 años. Mientras que el plazo de las hipotecas convencionales se extiende hasta los 30 o incluso los 40 años.

Tener que devolver el dinero en menos tiempo se traduce en unas cuotas más altas, pero, al mismo tiempo, supone un ahorro en intereses. Por ejemplo, si financiáramos 150.000 euros a un interés del 2%, estas serían las cuotas y el coste total según el plazo:

Plazo de devolución Cuota mensual Coste total
25 años 635,78€ 40.734,45€
30 años 554,43 49.594,52€
40 años 454,24€ 68.034,46€

¡RECUERDA! Si quieres conseguir la hipoteca más barata te convendrá escoger el plazo más corto que te puedas permitir.

3. El tipo de interés podría ser más alto

Por último, aparte de conseguir menos capital y poder financiarlo en menos años, el banco también nos podría aplicar un interés más alto justificado por el riesgo de la operación. Sin embargo, si aportamos como garantía nuestra vivienda habitual libre de cargas, la entidad nos podría ofrecer mejores condiciones.

En cualquier caso, contar con unos ingresos altos, tener un trabajo estable, no tener vigentes demasiadas deudas y poder presumir de un historial crediticio libre de impagos serán cuatro condiciones indispensables para poder financiar la compra de una casa vacacional.

¡RECUERDA! Sobreendeudarnos no es recomendable y, por eso, el Banco de España aconseja que nuestras obligaciones financieras mensuales no superen el 35% de nuestros ingresos.