La web oficial de BBC Mundo publicó un reportaje detallando la vida de dos parejas jóvenes que decidieron contratar conjuntamente un préstamo hipotecario para la misma vivienda. Este caso no es habitual, pero tampoco resulta muy excepcional entre los millennials. ¿El motivo? Las dificultades existentes para acceder a una vivienda en grandes ciudades como Londres (el lugar donde se enmarca este caso) por su enorme encarecimiento. Pero, ¿cómo afrontar la firma de este tipo de hipotecas?

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Dos parejas viviendo bajo el mismo techo y crédito hipotecario

El canal británico BBC publicó el pasado 6 de marzo un interesante reportaje sobre el incipiente fenómeno de las hipotecas con tres o cuatro cotitulares. En este caso, el matrimonio McClure y la pareja formada por Amy y Carl decidieron convivir y repartir gastos en un domicilio al sur de Londres. Una casa amplia, con seis habitaciones y jardín.

La razones que les llevan a tomar esta decisión, detallan, son la imposibilidad de conseguir una casa en condiciones si cada pareja fuera por su cuenta. Por lo tanto, dan a entender la dificultad para adquirir una vivienda en Londres por su elevado coste. Además, valoran positivamente su amistad y la confianza que hay entre ellos para compartir un proyecto común. Sin olvidar, claro está, la estabilidad económica que disfrutan, como se puede intuir de sus declaraciones.

Por otro lado, el reportaje recoge declaraciones del jefe de productos de M&S Bank, Paul Stokes, en las que indica la creciente tendencia entre los jóvenes de ser socios de un préstamo hipotecario. Hasta tal punto que la propia financiera lanzó un producto para este target. De seguir esta línea, ¿es posible que veamos este fenómeno aquí? ¿Y cómo lo tendríamos que valorar?

Los riesgos que podrían entrañar estas hipotecas

Imaginemos que las hipotecas con tres o cuatro titulares llegan aquí y varias personas se embarcan en la aventura. ¿Qué pasaría si las cosas se tuercen? Existen varios procedimientos, pero todos ellos acarrearían una serie de gastos añadidos.

En caso de que uno de los socios decidiera irse a vivir por su cuenta, los otros tres podrían compensar a la otra parte y hacerse cargo de su parte de la propiedad. ¿Cómo? Mediante una extinción de condominio, con unos cargos adicionales: notaría, registro, gestoría y el IAJD.

No obstante, al haber una hipoteca de por medio, para eliminar a ese titular sería necesario hacer una novación de hipoteca. Sin embargo, esta operación no sería fácil, ya que el banco podría negarse en rotundo a esta operación debido a los riesgos que implicaría. De ser así, los cotitulares podrían hacer una refinanciación con otra entidad. Ambas operaciones serían costosas, puesto que acarrearían una serie de gastos de formalización.

¿Y qué pasaría en caso de impago?

Otro de los riesgos de compartir una hipoteca con varias personas es la corresponsabilidad a la hora de afrontar posibles impagos. Si uno o más de los titulares tuviera problemas económicos, bien por pérdida de trabajo o reducción de ingresos, y no pudiera hacer frente a la cuota, el resto de socios se verían arrastrados ante un posible riesgo de demoras y ante una ejecución hipotecaria.

El embargo de la vivienda sería el punto final de esta aventura en el peor de los casos. Pero tampoco debemos olvidar que si el precio del inmueble actual fuera inferior que en el momento en que se adquirió, la entidad embargaría los bienes personales de los cotitulares para cubrir la deuda descubierta.