¿Y si nos vamos a vivir a una casa más grande? Tras los dos meses más caseros que recordamos, muchos sueñan con mudarse a un piso mejor. A pesar de la ilusión, la imposibilidad de asumir más deudas o los obstáculos para vender una vivienda nos despiertan de un pellizco. Sin embargo, con la hipoteca puente podemos cerrar los ojos y empezar a imaginar cómo decoraríamos la habituación o qué flores ambientarían la nueva terraza. A continuación, repasaremos los pros y los contras de conseguir financiación para comprar una casa antes de vender la actual.
Pros de contratar una hipoteca puente
Las hipotecas puente están pensadas para aquellos hipotecados que quieren comprarse otra casa antes de vender la actual. El riesgo que asume el banco no es demasiado alto, ya que se trata de un crédito con doble garantía. Para los clientes, este tipo de préstamo tiene las siguientes ventajas:
No es necesario vender la casa inmediatamente. Si ahora no el momento ideal para colgar el cartel de “se vende” no pasa nada. Con un crédito puente podemos comprar otro inmueble sin la necesidad de deshacernos antes del anterior.
Puedes pagar una cuota más baja al principio. Normalmente, los bancos ofrecen una carencia de capital hasta que conseguimos vender el inmueble antiguo. De esta manera, conseguiremos ir más desahogados y podemos dedicar parte del ahorro a redecorar el nuevo apartamento.
La hipoteca puente no es mucho más cara. De hecho, estos créditos tiene unas condiciones muy similares a las hipotecas convencionales. En estos momentos, podemos encontrar préstamos hipotecarios para cambiar de cada desde euríbor más 0,89% y con un tipo fijo inicial que no llega al 2,50%.
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Riesgos de firmar un crédito puente
Como todo, firmar una hipoteca puente también tiene sus “peros”. Estas son los principales riesgo que deberemos asumir si decidimos comprar una casa antes de vender la nuestra:
¿Y si nadie nos compra la casa? Si no encontramos un comprador y caduca el periodo de carencia, tendremos que afrontar dos cuotas: la hipoteca de la casa actual, más las mensualidades de la nueva vivienda.
La vivienda podría perder valor. Si tardamos mucho en formalizar la venta de la casa antigua, podríamos terminar vendiéndola por un precio inferior del que teníamos pensado. Además, dependiendo del dinero que nos quede por devolver y del precio al que la consigamos vender, existe la posibilidad de no poder cubrir totalmente el capital pendiente de la hipoteca.
¡RECUERDA! Si tuvieras problemas para afrontar el pago de la hipoteca puente, podrías perder las dos viviendas.
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