Cuando nace un niño nos planteamos en cómo ahorrar para su futuro. Parece común a muchas familias abrir una cuenta de ahorros con un poquito de dinero e ir colocando algo cada año. Esto es bueno, aunque con el paso del tiempo, cuando vaya a retirar el dinero, habrá simplemente lo que se ha ido poniendo (o incluso menos en poder adquisitivo, por la inflación). En cambio, ¿qué pasaría si este dinero estuviese invertido y rentabilizando año a año? Probablemente sus ahorros irían creciendo. Os contamos por qué invertir el dinero de nuestros hijos no es una idea tan loca como parece.
Una inversión para sus planes del mañana
Miramos a nuestros hijos y parece que es muy precipitado empezar a hablar de finanzas o inversión cuando nos referimos a ellos. Sin embargo, ¿por qué no lo reflexionamos un momento? Siempre comentamos que el tiempo es el mejor aliado de la inversión y que la mejor forma de rentabilizar nuestro dinero es pensar en un plazo largo y beneficiarse de dos aspectos: el poder del interés compuesto y la tendencia al alza de los mercados. Nuestros hijos tienen el tiempo a su favor.
Para visualizarlo con un ejemplo: si colocamos 200 euros cuando nuestro hijo nace en un producto de inversión con una rentabilidad del 5% anual y cada año añadimos unos 100 euros, después de 18 años este podría tener en su cuenta 3.400 euros (sobre 2.000 euros invertidos). En cambio, ¿qué ocurriría si colocamos 200 euros en una cuenta de ahorros al 0% y añadimos 100 cada año? Tendría 2.000 euros.
Con un producto de inversión, desde muy jóvenes iría creciendo el dinero, un dinero que después podría usar para sus gastos al estudiar o formarse para la profesión que desease, o incluso para hacer algún viaje en su 18 cumpleaños.
¿En qué producto invierto el dinero de mi hijo?
Hay varias opciones para invertir el dinero de los menores y siempre debemos tener en cuenta que invertir implica riesgo, por lo que hacer una buena decisión será esencial. Podríamos invertir en acciones, es decir, crear una cartera de acciones. Eso requiere que hagamos un seguimiento de lo que debemos ir comprando y vendiendo en cada caso y si no somos expertos en inversión puede resultarnos un poco complicado y tomarnos mucho tiempo. Si decidimos comprar acciones, un bróker nos da acceso a ellas.
También existen los fondos de inversión que permiten que el titular sea un menor. Podemos invertir en uno acudiendo a la gestora de inversión que nos interese o preguntando en nuestro banco por un fondo de inversión determinado.
Por otra parte, un tipo de fondos de inversión son los fondos indexados. Invertir el dinero de nuestro hijo en un fondo indexado puede ser una muy buena opción, ya que se caracterizan por replicar los mercados y tener bajas comisiones. A lo largo de los años y con la tendencia al alza de los mercados, probablemente tenga una buena rentabilidad. Además, las comisiones serán bajas y esto también maximiza los beneficios. Para contratar un fondo indexado podemos acudir también a nuestro banco, a un bróker o a un robo advisor.
Estos últimos parecen una fuerte apuesta por el futuro. Han llegado a España hace unos años y cada vez más personas invierten con ellos. Algunos han duplicado sus clientes a lo largo del 2020. Su funcionamiento se basa en una mezcla entre la gestión de un equipo humano de expertos en inversión y la automatización de la tecnología mediante algoritmos. Sus grandes ventajas son las bajas comisiones, la comodidad de gestionarlo todo de forma online y asesoramiento según el perfil de inversor.
Algunos robo advisors permiten la inversión para menores. ¿Quieres saber más? Te dejamos toda la información.
Comentarios