Uno de los requisitos de vinculación más habituales que piden las entidades financieras es, además de contar con cierta antigüedad y domiciliar los ingresos, vincular el préstamo personal contratado a un seguro de vida que cancele el principal del producto en caso de fallecimiento o incapacidad permanente del titular. Si nuestro banco nos obliga a cumplir esta condición, en el presente artículo mostramos qué alternativas nos ofrece el mercado en el caso de que no queramos adquirir el seguro y qué debemos tener en cuenta si finalmente decidimos contratarlo.
Contratar créditos personales sin seguros es más barato
En primer lugar, si no nos interesa adquirir un seguro de vida, es aconsejable que busquemos otros créditos personales, ya que dentro del mercado encontraremos a muchas entidades dispuestas a prestarnos dinero sin exigirnos este requisito. Por ejemplo, podemos contratar algunos de los productos que mostramos a continuación, pues además de no incluir seguros vinculados, tienen un tipo de interés muy por debajo de la media:
Crédito personal | Importe | Tipo de interés | Solicitar |
---|---|---|---|
Crédito Proyecto Cofidis | Hasta 15.000 € | Desde el 4,95 % TIN (5,06 % TAE) | |
Préstamo personal Cetelem | Hasta 50.000 € | Desde el 5,95 % TIN (6,12 % TAE) | |
Préstamo Plan Bigbank | Hasta 15.000 € | Desde el 6,74 % TIN (6,95 % TAE) |
Estos préstamos online tampoco tienen comisiones de ningún tipo y para conseguirlos al mejor precio no es necesario contar con cierta antigüedad como clientes, domiciliar la nómina o adquirir otros productos como cuentas o tarjetas.
A tener en cuenta si vinculas tu préstamo personal a un seguro de vida
Sin embargo, si el banco nos ofrece una bonificación atractiva en el tipo de interés de nuestro crédito personal, es posible que sí queramos adquirir el seguro de vida. En este caso, es aconsejable tener en cuenta varios puntos para que la contratación de este seguro no nos salga más cara de la cuenta:
- Cuidado con los seguros de prima única financiada (PUF). El coste de estos seguros se incorpora al principal del préstamo, por lo que se paga junto a las cuotas. Esto puede parecer muy cómodo, pero en realidad sale mucho más caro que pagar el seguro de golpe o en primas anuales, puesto que se devengan intereses sobre un capital mayor y, por lo tanto, al final se debe reembolsar más dinero a la entidad.
- Si creemos que podremos amortizar capital anticipadamente, no nos interesa contratar un seguro de prima única, puesto que la prima no consumida no la recuperaremos nosotros (la recibirá el banco).
- Si el seguro es anual y no lo renovamos, el interés del préstamo personal aumentará. La bonificación solo se aplica si se cumplen las condiciones de vinculación a lo largo de toda la vida del crédito. Por tanto, si no renovamos el seguro de vida, la entidad nos aplicará automáticamente el tipo de interés no bonificado, lo que incrementará tanto el importe de las mensualidades como el capital total a reembolsar.
Asimismo, es importante destacar que los bancos no nos pueden obligar a contratar el seguro que nos ofrecen, aunque sí nos pueden ofrecer mejoras en las condiciones de financiación de sus préstamos a cambio de adquirir sus seguros. Por tanto, si para acceder al crédito personal es imprescindible contar con un seguro de vida, lo podremos contratar a través de cualquier compañía aseguradora.
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