Hace unas semanas, desde HelpMyCash analizamos una de las comisiones más dañinas para los particulares: la comisión de administración, la cual consiste en la aplicación de un cobro en la cuenta por cada apunte realizado en la misma. Sin embargo, a pesar de que los costes de esta comisión pueden llegar a ser elevados a largo plazo, el cobro de esta comisión no es tan habitual hoy en día como sí lo es la comisión de mantenimiento, la cual, con cada cobro, desata la ira de los particulares.

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¿Qué es la comisión de mantenimiento?

La comisión de mantenimiento es con toda probabilidad la comisión bancaria más común y, por tanto, la principal causa de descontento entre los usuarios de la banca. Este tipo de comisión se aplica tanto a las cuentas corrientes como en las cuentas nómina, no así en las cuentas de ahorro, cuya operativa limitada y su finalidad entran en conflicto con este tipo de comisión.

La idea base de esta comisión radica en los gastos y esfuerzos que lleva a cabo la entidad a la hora de mantener y gestionar la cuenta, de ahí su denominación. En pocas palabras, es la comisión que se cobra por el mero hecho de tener una cuenta.

¿Cuáles son las particularidades de la comisión de mantenimiento?

La comisión de mantenimiento se caracteriza por los siguientes aspectos:

  • Es una cantidad fija, es decir, el cobro será siempre el mismo y se efectuara de forma mensual, trimestral, semestral o anual
  • Su coste medio actual oscila entre los 36 y los 60 euros. Mediante esta comisión, es posible llegar a pagar hasta 240 euros al año
  • Es propia de las entidades tradicionales y de las cuentas bancarias “presenciales”, es decir, de aquellas que no se pueden gestionar de forma telemática

¿Cómo puedo evitar la comisión de mantenimiento?

Normalmente, es sencillo evitar esta comisión si cumplimos alguno de estos requisitos:

  • Domiciliando la nómina o pensión
  • Negociando con la entidad el cobro de estas comisiones (si tenemos otros productos contratados o somos clientes con mucha antigüedad)
  • Vincularnos más con el banco y disponer o contratar otros productos como fondos de inversión, planes de pensiones, seguros, etc.
  • Abrir una cuenta online y gestionarla de forma telemática

En ocasiones, basta con el primer punto (especialmente en las cuentas nómina) pero, en otras, se requiere que este se combine con el tercero, punto que no siempre es admisible para los particulares. En casos así, entonces lo mejor es cambiar de banco y hacernos cliente de un banco sin comisiones.

Bancos sin comisiones: ahorra hasta 240€ anuales

Si nuestro banco nos está cobrando esta comisión o alguna otra, lo mejor es decirle adiós y cambiarse a un banco que no nos cobre por cuestiones como tener una cuenta abierta. Las siguientes cuentas no presentan comisiones de este tipo, son online y se pueden contratar en apenas unos minutos.

 

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