En el mercado español de los fondos de inversión, las principales entidades bancarias (Santander, BBVA o La Caixa, entre otras) crearon en los últimos tres años un sinfín de fondos de rentabilidad objetivo. Estos instrumentos financieros venían a sustituir, en buena medida, a los fondos garantizados que paulatinamente iban venciendo.

Pero, ¿qué son los fondos de rentabilidad objetivo? Son vehículos de inversión que ofrecen un rendimiento fijo en el momento de su vencimiento. Sin embargo, no existe garantía formal en forma de aval externo.

La gestora compra principalmente activos de renta fija -sobre todo bonos soberanos- a un plazo determinado y la rentabilidad objetivo es la Tasa Interna de Retorno (TIR) de estos activos menos las comisiones de depósito y gestión. Además, si el gestor lo contempla, los fondos pueden tener posiciones de renta variable en cartera.

Los fondos con objetivo de rentabilidad, al igual que los fondos garantizados, sancionan con cuantiosas comisiones por reembolso anticipado (se aplica hasta un 5%), con el fin de mantener cautivo al partícipe hasta el vencimiento. Por otra parte, la comisión de gestión de estos fondos ronda la comisión máxima anual, que es de 2,25%. Demasiado excesiva para un producto que no exige apenas gestión.

Asimismo, desde el punto de vista de las entidades bancarias estos productos son muy beneficiosos: además de que el periodo de comercialización es limitado, podemos decir que no es necesario realizar gestiones suplementarias hasta el vencimiento de la garantía.

Por último, desde principios de este año hasta finales de mayo, esta categoría de activo registró reembolsos netos importantes (3.611 millones de euros), según Inverco.

 

Fuente: Feelcapital, plataforma web que analiza el perfil de sus usuarios optimizando su dinero en Fondos de Inversión.