Según un estudio publicado por la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI) en 2016, casarse tiene un coste medio de entre 17.000 y 21.000 euros. Aunque esta celebración supone un acto muy especial, cierto es que muchas parejas no pueden permitirse hacer frente a estos elevados costes. Por ello, esta industria nos ofrece diferentes alternativas de pago, desde financiar la boda hasta pagarla al contado. Veamos cuales son las opciones que el mercado nos presenta.
Financia la boda para que el coste no sea un problema
A no ser que llevemos ahorrando durante bastante tiempo, resulta difícil contar con el dinero íntegro que nos puede suponer pagar una boda. Por ello, una alternativa a la que podemos recurrir son los préstamos personales. Este tipo de créditos nos permiten conseguir hasta 60.000 euros y devolverlos en un plazo de hasta diez años. Pero gracias a la enorme competencia que vive el mercado de la financiación, podemos encontrar préstamos cuyo coste oscile entre el 6% y el 12% TAE.
Es importante saber que hoy en día existen tanto prestamistas online como bancos tradicionales que nos ofrecen productos específicos para financiar este tipo de fiestas. Un buen ejemplo es Cofidis, que nos ofrece un préstamo para celebraciones de hasta 15.000 euros a un 5,95% TIN (6,12% TAE) a devolver hasta en seis años.
Antes de solicitar un crédito deberemos tener en cuenta tanto el importe demandado (debe ajustarse a nuestras capacidades) como el plazo escogido, pues son factores que encarecerán el precio de nuestra financiación. Asimismo, podemos solicitar un préstamo solo para una parte de los gastos y emplear nuestros ahorros para costear el resto. Así bien, también será una alternativa emplear el dinero que nos den nuestros invitados y amortizar anticipadamente nuestro préstamo para así acortar el plazo de devolución.
¿Y si no quiero solicitar financiación?
Antes de solicitar un crédito siempre es recomendable comparar y buscar alternativas al la financiación. Algunas de ellas pueden ser:
- Ahorrar el dinero con antelación
- Preguntar a los proveedores por el pago a plazos
En numerosas ocasiones, algunos de los proveedores nos permiten pagar el coste de sus servicios en diferentes plazos sin intereses ni comisiones. De esta forma, nos será más sencillo ahorrar el dinero a lo largo del tiempo y organizar nuestra economía sin que el pago de la boda se convierta en una odisea. Por ejemplo, por lo general los restaurantes acceden a cobrar el importe del banquete en tres plazos:
- La señal de reserva
- Durante la prueba del menú
- Después de la boda
El cargo más grande se realiza una vez finalizada la fiesta por lo que podremos emplear el dinero de nuestros invitados para hacer frente al pago.
En conclusión, no existe la fórmula perfecta para afrontar el coste de un día tan especial. Tanto financiar la boda como pagarla al contado, o incluso emplear las dos alternativas, puede ser la opción más acertada para poder sobrellevar el estrés de preparar un casamiento.
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