El Banco Central Europeo (BCE) mantendrá el rumbo hacia tipos más bajos. Tras dos años de políticas monetarias restrictivas, la máxima autoridad bancaria europea ha dado un giro a su estrategia con tres recortes de tipos en 2024 —en junio, septiembre y octubre—, y con casi toda probabilidad hará otro recorte el próximo jueves.
Con la inflación estabilizada en torno al 2% y las principales economías de la eurozona, como Francia y Alemania, mostrando signos de estancamiento, el BCE parece decidido a continuar esta senda bajista en 2025, con el objetivo de revitalizar la economía.
Olivia Feldman, economista y cofundadora de HelpMyCash, anticipa que «el BCE podría situar su tipo de referencia cerca del 2% en 2025, frente al 3,25% actual». Esto provocará ajustes significativos en productos financieros clave, como cuentas bancarias, depósitos e hipotecas.
Cuentas bancarias: más regalos, menos rendimientos y el fin de las comisiones por transferencias inmediatas
Las cuentas de ahorro están dejando atrás la era dorada de rentabilidades elevadas, pero siguen siendo una opción interesante para quienes buscan rentabilizar sus ahorros con bajo riesgo. A día de hoy, algunas entidades ofrecen rendimientos de entre el 3% y el 3,30% TAE, una cifra especialmente atractiva para productos de liquidez inmediata. Sin embargo, esta oportunidad tiene fecha de caducidad.
«El escenario actual de rendimientos altos es una ventana que se cerrará a medida que el BCE continúe reduciendo sus tipos de interés», advierte la cofundadora de HelpMyCash.
Por eso, la banca está apostando por captar clientes mediante otro tipo de incentivos. La domiciliación de nóminas se convertirá en el principal objetivo para las entidades financieras en 2025, que compiten ofreciendo regalos atractivos como estrategia de fidelización. Según Feldman, los clientes podrán (y deberían) beneficiarse de ofertas como regalos de hasta 400 euros o dispositivos electrónicos, como móviles o TVs.
Además, una gran novedad será la gratuidad de las transferencias inmediatas en España y en toda Europa. «En 2025, lo más probable es que este servicio, que actualmente tiene un coste de hasta 18 euros por operación en algunos bancos, se generalice sin coste para los usuarios. Esto será especialmente útil para quienes gestionan pagos entre diferentes cuentas o realizan envíos frecuentes», explica la economista.
Hipotecas: intereses más bajos, viviendas más costosas
El sector hipotecario será otro gran protagonista en 2025. Según estimaciones de HelpMyCash, el euríbor podría oscilar entre el 2% y el 2,25% durante el primer semestre de 2025, lo que supondría un alivio importante para las hipotecas variables. «Un descenso del euríbor al 2% podría traducirse en un ahorro para una hipoteca media de entre 30 y 130 euros mensuales, dependiendo de si la revisión es semestral o anual», explica Feldman.
Las nuevas hipotecas fijas también verán ajustes a la baja, con intereses que podrían estabilizarse entre el 2% y el 2,25% durante el primer semestre para perfiles solventes, según los analistas del comparador.
Pero la competencia entre bancos no solo reducirá los tipos de interés, sino que también «incentivará la financiación de más del 80% del valor de la vivienda para los más jóvenes, algo que hasta hace poco era una excepción», añaden.
Entidades como BBVA y Banco Santander ya han lanzado productos específicos para jóvenes con buenos perfiles, ofreciendo financiación al 90% e incluso al 95% en casos puntuales. ING, por su parte, ya ofrece hipotecas al 100%. Esta tendencia responde a la necesidad de atraer a un segmento de población que a menudo tiene dificultades para ahorrar lo suficiente para el pago inicial.
Sin embargo, el acceso a la vivienda seguirá siendo un reto debido al aumento del precio de los inmuebles. Según datos recientes del INE, el precio de la vivienda ha crecido un 8,1% interanual en el tercer trimestre de 2024, y se espera que esta tendencia al alza continúe en 2025. «Mientras siga existiendo desequilibrio entre la gran demanda de viviendas y la poca oferta, los precios seguirán subiendo», advierte la cofundadora de HelpMyCash.
Depósitos y Letras del Tesoro: se agota el tiempo para obtener buenas rentabilidades
Para los ahorradores más conservadores, los depósitos a plazo fijo seguirán siendo una opción atractiva, aunque el tiempo para obtener altas rentabilidades se agota. Las entidades bancarias están ajustando a la baja las TAE de sus depósitos, siguiendo la política monetaria del BCE.
«Es el momento de actuar», instan desde HelpMyCash. Actualmente se pueden aprovechar productos como los depósitos a un año de Banca Progetto o de Novum bank , que ofrecen hasta un 3,3% TAE, o las opciones a más largo plazo de la banca europea cuyos rendimientos rondan el 3% TAE a dos años o el 2,95% a tres años.
«A medida que el BCE siga reduciendo los tipos de interés, estos productos verán una disminución significativa en su atractivo», asevera Feldman. Por eso, sugiere optar por depósitos a plazos más largos, asegurando la máxima rentabilidad antes de que se consoliden los cambios.
Por otra parte, las Letras del Tesoro, que en 2024 alcanzaron una gran popularidad gracias a rentabilidades superiores al 3%, perderán parte de su atractivo. En 2025, con el continuado ajuste de los tipos, los rendimientos de estos instrumentos podrían caer por debajo del 2% para el plazo de 12 meses, según estimaciones de HelpMyCash.
«Aunque siguen siendo una opción válida, los inversores conservadores deberán buscar alternativas más competitivas como los depósitos o fondos monetarios», explica la economista. En el caso de los fondos monetarios, un producto hasta ahora desconocido por el inversor conservador que ha ganado protagonismo en el último ciclo económico, también se espera una caída en sus rendimientos, aunque su capacidad para proteger el capital frente a la inflación los mantendrá como una opción interesante.
Incertidumbre en la renta variable
Independientemente de la política monetaria de los bancos centrales, 2025 podría traer también cambios en el mercado bursátil.
El S&P 500 ha registrado un crecimiento superior al 28% este año y aproximadamente un 92% en los últimos cinco años, muy por encima de su rentabilidad histórica media anual del 10%. Este rendimiento extraordinario ha generado un debate creciente entre analistas e inversores sobre la posibilidad de una corrección, que muchos consideran inminente tras años de crecimiento sostenido.
Según HelpMyCash, «si los datos históricos son representativos del futuro, es muy probable que el rendimiento del S&P 500 en los próximos 10 años sea significativamente más bajo que el de la última década«.
La corrección en Wall Street, sin embargo, lleva años siendo objeto de debate, pero nadie sabe con certeza cuándo ni cómo ocurrirá. «Podría materializarse en 2025 si una desaceleración global afecta a los mercados. Sin embargo, factores como el creciente interés de inversores europeos y asiáticos en la renta variable estadounidense, o incluso políticas como las reducciones de impuestos prometidas por Trump, podrían mantener las cotizaciones al alza. Es imposible predecirlo con exactitud», señala la cofundadora del comparador.
Ante esta incertidumbre, la economista insiste en la importancia de la diversificación y en adaptar las estrategias de inversión a los objetivos personales. «En un contexto tan incierto, lo más sensato es diversificar la cartera con distintos tipos de activos para estar preparado ante posibles caídas», subraya Olivia Feldman. Además, recuerda que cualquier inversión «debe ajustarse a los objetivos y horizonte temporal del inversor, para evitar tener que vender participaciones durante una eventual caída del mercado».
Un 2025 de decisiones estratégicas
El próximo año traerá consigo retos y oportunidades. «Los ahorradores deberán actuar con rapidez para aprovechar los últimos resquicios de alta rentabilidad, mientras que los compradores de vivienda encontrarán hipotecas más competitivas, pero deberán enfrentarse a un mercado inmobiliario más caro», subraya Feldman. Por su parte, los inversores tendrán que estar atentos a los movimientos del mercado y apostar por la diversificación y alineación de su cartera con sus objetivos financieros.
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