Es habitual que a la hora de vender un piso optemos por acudir con una agencia para que nos ayude con la gestión de la venta. Ellas conocen el mercado y saben al dedillo todos los pasos que se deben seguir para lograr una venta efectiva. No obstante, no es secreto para nadie que las comisiones que las inmobiliarias cobran por sus servicios nos restan beneficio. Además, una gran parte de ellas nos piden una exclusividad durante meses que impide que podamos vender con otra agencia. Pero ¿es posible que podamos negociar estos términos con la inmobiliaria? Aunque no tengamos grandes dotes de persuasión nos conviene leer este artículo.

La comisión inmobiliaria la podemos acordar según el precio de nuestra casa

Cuando se trata de vender un piso muchas agencias tienen una comisión establecida para cobrar a sus clientes. No obstante, esta se puede negociar según el precio de venta de nuestra vivienda, ya que si este es muy alto, es muy probable que la agencia la rebaje para que la cantidad no resulte desorbitada y así lograr captarnos como clientes.

Por ejemplo, si la agencia suele cobrar un 5% de comisión, pero el piso que queremos vender está ubicado en Barcelona y cuesta 500.000 euros, nos pueden rebajar la comisión hasta en un 3% o un 2%. Así, de tener que pagar 25.000 euros, podemos terminar pagando 10.000 euros.

Pero si, por el contrario, el importe de venta es muy bajo, también es probable que nos cobren una comisión más alta. Especialmente, si el piso está ubicado en una zona donde no hay tanta demanda de viviendas. Sin embargo, es aconsejable que, en todos los casos, intentemos negociar los honorarios con la inmobiliaria.

Debemos tener en cuenta que la venta de una casa representa una fuente de ingreso importante para estos intermediarios. Más aún si se trata de una agencia pequeña o familiar, por lo que no perdemos nada con poner a prueba nuestras dotes de negociación.

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Si tenemos un piso fácil de vender podemos librarnos de la exclusividad

La exclusividad es una cláusula que muchas inmobiliarias suelen incluir en los contratos de intermediación para llevar la venta de un piso. Esta implica que, durante la duración del encargo, no podamos vender la casa con ningún otro intermediario. De lo contrario, podríamos vernos obligados a pagarles la comisión, aunque no sean estas las que nos encuentren al comprador.

Pero esta es una condición que no está escrita con fuego y sangre. Siempre podemos intentar negociar vender sin ningún tipo de exclusividad. Esto será mucho más fácil si, por ejemplo, tenemos un piso que es fácil de vender, es decir, está ubicado en una zona altamente demandada y fijamos un precio atractivo.

Aunque si, por el contrario, tenemos un piso difícil de vender, puede que no tengamos muchos argumentos para negociar con la agencia. Por ejemplo, si la casa está en mal estado o tiene una situación legal complicada, como podría ser una herencia en la que uno de los herederos no quiere vender la vivienda, ésta querrá asegurarse de que sus esfuerzos sean recompensados. Ninguna inmobiliaria querrá dejar abierta la posibilidad de que un cliente se vaya con otra si ha dedicado recursos y tiempo en la venta de un inmueble.

No obstante, en este caso, podemos intentar negociar que, al menos, la exclusividad sea de menor tiempo. Si es de nuestro interés trabajar con una agencia en concreto y estamos tratando con profesionales, la exclusividad en sí no tendría que ser un problema. Pero, aun así, siempre debemos vigilar que el tiempo de esta no sea excesivo. Es decir, que oscile entre los tres y los seis meses y que, en ningún caso, llegue al año.

En definitiva, si bien la negociación de estos términos se dará según la flexibilidad que tenga la inmobiliaria, siempre debemos intentar vender en las condiciones más beneficiosas para nosotros. Luego, la aceptación o no de la propuesta de la agencia dependerá del interés que tengamos de trabajar con ella y de nuestras necesidades.