Como ya sabrás, solo es aconsejable contratar un crédito si cobras unos ingresos recurrentes que te permiten saldar la deuda sin problemas. En principio, tener un trabajo estable y cobrar un buen sueldo da suficientes garantías, tanto a ti como a tu potencial prestamista, de que podrás pagar las cuotas mensuales cuando te toque.

Sin embargo, tu situación económica puede cambiar durante el plazo de devolución del préstamo que contrates: puedes quedarte sin empleo, sufrir un accidente que te incapacite para trabajar… En ese caso, si no cuentas con un colchón de ahorros o con una buena prestación, correrás un serio riesgo de incurrir en un impago y de exponerte a sanciones por la demora (intereses adicionales, embargo de tus bienes, etc.).

Contratar un seguro de protección de pagos puede ser una buena manera de cubrirte ante estos posibles imprevistos, porque cubrirá las cuotas en caso de desempleo o accidente. Eso sí, antes de suscribir un producto de este tipo, te aconsejamos fijarte en varios aspectos para no llevarte sorpresas de última hora.

En las coberturas del seguro

Para empezar, debes leer la letra pequeña de la póliza para revisar cuáles serán las coberturas del seguro de protección de pagos. En general, la aseguradora te pagará las cuotas si te quedas en el paro o si quedas incapacitado para trabajar, aunque con matices:

  • Solo te pagarán las cuotas durante unos meses; no durante todo el tiempo que estés incapacitado o desempleado. En general, se cubren las mensualidades durante 12 o 24 meses como mucho.
  • Hay casos en los que el seguro no te cubrirá. Por ejemplo, si dejas tú el trabajo o si te causas una lesión voluntariamente.
  • Debes cumplir ciertos requisitos para que te aprueben el seguro, como no tener una edad excesivamente avanzada o no trabajar en un sector de mucho riesgo.

Leer todas las condiciones de la póliza te permitirá valorar si se adaptan a tu situación y si es aconsejable vincular el seguro a tu crédito.

Hay seguros de protección de pagos que también saldarán tu deuda en caso de que fallezcas o de que sufras una gran invalidez, como si fueran de vida.

En su precio

En segundo lugar, tienes que fijarte en el precio del seguro. Como ya te imaginarás, asegurar tu préstamo no es gratis: hay que pagar un dinero a la aseguradora. Las cuotas del seguro serán más baratas o más caras dependiendo de las tarifas de la compañía que te lo ofrezca, del importe de tu crédito y de tu situación laboral y personal.

Por norma general, los seguros de protección de pagos son más caros que los de vida, principalmente porque es más probable que te quedes en paro que que te mueras. Nuestro consejo es que hagas números y que valores si el precio del seguro se ajusta a tus posibilidades económicas y a las coberturas que ofrece.

Ejemplo práctico: ¿cuánto cuesta asegurar un crédito?

Por ejemplo, pongamos que quieres contratar un seguro de protección de pagos vinculado al Crédito Directo de Cofidis, una línea de crédito con la que puedes conseguir entre 500 y 4.000 euros. En este caso, el precio mensual del seguro será del 0,61% sobre el importe que te quede pendiente cada mes, que se incluirá en las cuotas del préstamo.

En la posible bonificación sobre el crédito

En tercer lugar, pregunta siempre si la contratación del seguro te da derecho a disfrutar de un interés más bajo. Algunas financieras, especialmente los bancos de los de toda la vida, reducirán el interés de sus préstamos si firmas varios productos suyos, incluidos estos seguros. La rebaja no suele compensar el precio de la póliza, pero te permitirá pagar un poco menos.

No contrates un préstamo si no puedes devolverlo

Para terminar, tanto si contratas un seguro de protección de pagos como si no, recuerda que no debes firmar un crédito si no puedes pagar sus cuotas. Si no cumples con tus obligaciones, la financiera te aplicará intereses y comisiones de demora que aumentarán tu deuda y, en el peor de los casos, te demandará para reclamar el embargo de tus bienes: parte de tu sueldo, el saldo de tus cuentas, etc.

Antes de contratar un préstamo, te recomendamos echar un vistazo a nuestra página sobre cómo endeudarse con cabeza. Ahí explicamos en qué debes fijarte para saber si tienes una economía sana y damos trucos que te ayudarán a pagar tus deudas sin sufrir para llegar a fin de mes.