A partir de febrero del 2016 las entidades bancarias tendrán que advertir a los inversores particulares del riesgo de los productos financieros que ofrezcan mediante un semáforo de riesgos. Así lo establece la orden con la que el Ministerio de Economía pretende garantizar que el cliente compruebe los riesgo que asume cuando contrata un producto financiero, como plazos fijos, depósitos estructurados, etc. También deberán ofrecer al consumidor una información clara y fácilmente entendible.

Ranking de plazos fijos – Ahorros garantizados

¿En qué consiste esta nueva normativa?

Con esta nueva normativa, el Ministerio de Economía pretende aumentar la transparencia en un sector que ha sufrido graves problemas reputacionales como consecuencia de la venta de productos complejos como las participaciones preferentes a clientes que no cumplían el perfil.

En concreto las entidades estarán obligadas a incluir un indicador de riesgo identificado con un color entre una gama de seis colores que trata de resumir de forma fácil y visual el riesgo que el cliente esta asumiendo.

En función aspectos tales como si se garantiza o no el capital del producto, el plazo en el que se devuelve el capital y la calidad crediticia del producto. La clasificación de cada producto la tendrá que hacer cada una de las entidades siguiendo los criterios establecidos por el Ministerio, y el no cumplimiento de la norma estará sujeto al régimen sancionador del sector.

¿Qué color tienen los plazos fijos?

Tras varios cambios, el «semáforo de riesgos» definitivo estará formado por una escala de seis colores que irán desde el verde oscuro hasta el rojo, aunque también podremos encontrarnos esta clasificación en forma numérica.

escala-riesgo-semaforo

Fuente: Ministerio de Economía

La clasificación quedará de la siguiente manera:

  • Número 1 (verde oscuro). En esta franja estarán situados los productos que implican un menor riesgo para el cliente. Aquí encontraremos productos como los plazos fijos y los seguros de ahorro.
  • Número 2 (verde claro). Este intervalo corresponde a instrumentos con el 100% del capital garantizado y un plazo inferior a 3 años. Estos productos deberán tener una calificación crediticia de BBB+ o superior.
  • Número 3 (amarillo claro). Recoge los activos con un compromiso de devolución del 100%  y un plazo de entre 3 y 5 años.
  • Número 4 (amarillo oscuro). Entran dentro de este grupo las emisiones de entre 5 y 10 años de plazo.
  • Número 5 (naranja). Emisiones de más de 10 años o que garantizan solo el 90% del capital.
  • Número 6 (rojo). Aquí se encuentran, en general, los productos que no pueden asegurar la recuperación de la inversión inicial como las acciones, los bonos senior y subordinados de entidades financieras y empresas.

Esta clasificación irá a su vez acompañada de una notificación de alerta en relación a la liquidez y la venta anticipada de los productos. Estas alertas quedarán representadas a través de figuras en forma de candado. En caso de que el producto sea especialmente complejo esto se hará saber a través de la aparición de signos de exclamación.

De esta clasificación quedarán excluidos los fondos de inversión y derivados, los seguros, los planes de pensiones colectivos y la deuda pública.

¿Por qué los plazos fijos tienen bajo riesgo?

Una de las claves que dan seguridad al titular de los plazos fijos es que se encuentra respaldados tanto por la entidad bancaria como por el Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito Español (FGD) que garantiza hasta 100.000 euros por cada titular y plazo fijo. Es decir, el FGD le garantiza al inversor hasta 100.000 euros incluso si la entidad quiebra.