La fijación del precio es uno de los pasos iniciales para vender una casa. Este pistoletazo de salida suele ser uno de los más importantes, porque determina el tiempo que nos podemos tardar en cerrar el negocio. Pero también es el que nos genera más dudas y es habitual que la pregunta ¿cuánto vale mi piso? sea la primera que nos venga a la mente. En este artículo contamos tres de las herramientas que tenemos disponibles para conocer el valor de nuestra vivienda y fijar el importe de venta.
Tasación profesional, la vía más precisa
Muchas veces, por el valor sentimental que tiene nuestra casa, incurrimos en el error de pensar que su valor es superior al que realmente tiene. De hecho, según un estudio llevado a cabo por Tecnocasa y la Universidad Pompeu Fabra, solo en Barcelona las expectativas de los vendedores suelen estar un 19% por encima de los precios de mercado.
En este sentido, la valoración de un profesional es la vía más eficaz y garantizada de fijar un precio próximo a estos valores. Además, en la tasación de una vivienda no solo se toma en cuenta la valía del metro cuadrado de nuestra zona, sino que también se evalúan aquellas características especiales del piso que pudieran incrementar el importe. Esto puede ser particularmente conveniente si hemos invertido en reformas o renovaciones.
El precio de una tasación con un experto ronda entre los 200 euros y los 500 euros, dependiendo del profesional escogido. Aunque a simple vista puede parecer un poco costoso, esta solución luego puede resultar barata, considerando que nos puede evitar vender a un precio erróneo o tardar meses en cerrar el negocio.
Tasación gratuita, la vía de cero coste
Sí, las tasaciones de pisos gratuitas -o de bajo coste- existen y en la web podemos encontrar una gran cantidad de ellas. Algunas de estas son ofrecidas por las mismas tasadoras o incluso entidades bancarias, que utilizan tecnología big data o datos propios para darnos un valor aproximado y estimativo de nuestra casa.
Estas plataformas nos pueden servir de referencia para saber a cuánto se cotiza nuestro piso en el mercado y, si somos un poco espabilados y tenemos un piso fácil de vender, podemos valernos de ellas para definir nuestro precio de venta.
Eso sí, es importante no dejarnos llevar por la primera valoración, porque cada una de estas herramientas tiene sus propios criterios de medición y generalmente los resultados que arrojan difieren mucho entre una u otra. Por esto, si optamos por esta vía, lo recomendable es comparar y sondear bien lo que se cuece en el mercado para no pasarnos con el precio.
Espiar a la competencia y consultar fuentes de referencia, las vías complementarias
Sea que hagamos la tasación con un profesional o una gratuita, siempre es pertinente echar un vistazo en los portales inmobiliarios para saber a cuánto se venden los pisos similares al nuestro y en la misma zona.
Aunque no es conveniente seguir a pie de letra lo que dictan estas páginas, estar empapados de la oferta del mercado nos puede ayudar a poner un precio competitivo. Especialmente si nuestro interés es vender rápido y antes que nuestro vecino.
También es recomendable, pero solo a modo informativo, consultar los informes periódicos que generan algunas fuentes de referencia del país con respecto al precio de la vivienda. De esta forma, podemos hacernos una idea global del comportamiento del valor del ladrillo en nuestra localidad y confirmar si es buen momento para vender.
Por ejemplo, podemos mirar los datos de organismos como el INE, el Colegio de Registradores y el Colegio de Notarios. También los que publican portales inmobiliarios como Idealista, Fotocasa y algunas sociedades de Tasación que generan estadísticas con sus datos.
Como podemos ver, la tasación es el mecanismo que nos puede ayudar de una manera más precisa a fijar el precio y dar el primer paso para vender nuestro piso. Aunque siempre es recomendable estar informados de lo que pasa en el mercado de la vivienda para tomar una decisión concienzuda.
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