Ahora que el euríbor está tan bajo (-0,19% en julio), puede que nos planteemos firmar un préstamo a tipo variable para pagar unas cuotas muy bajas. Para ello, lo ideal es que el diferencial de nuestra hipoteca sea lo más reducido posible, como al 0,99% o por debajo. Pero aunque el interés sea muy importante, debemos fijarnos también en otros aspectos para que la financiación no nos salga más cara de lo que pensábamos.
¡Cuidado! El interés variable no se aplica el primer año
En primer lugar, hay que tener en cuenta que, en la inmensa mayoría de los casos, las hipotecas variables tienen un interés fijo inicial que se aplica en los 12 o 24 primeros meses. Esto significa, en consecuencia, que no nos podremos aprovechar del bajo euríbor hasta el segundo o tercer año. Ese tipo inicial suele ser más alto que el diferencial posterior, así que las cuotas que pagaremos al principio también serán más altas.
Así, cuando busquemos una hipoteca de esta clase, es recomendable elegir una que tenga un interés inicial reducido que se aplique durante el menor tiempo posible. En ese sentido, la Hipoteca Variable de Coinc puede ser una buena opción: su tipo es del 0,99% durante el primer año y de euríbor más 0,99% posteriormente. Además, no tiene comisiones ni productos combinados.
¿Qué debes contratar para conseguir el diferencial de la hipoteca?
En segundo lugar, tenemos que mirar si el diferencial de la hipoteca que nos interesa está bonificado por contratar otros productos. Y es que, en muchos casos, los bancos solo nos aplicarán el interés de la oferta si, a cambio, firmamos servicios como la domiciliación de la nómina o seguros, por ejemplo.
Por cada uno de estos productos combinados se nos puede reducir el tipo aplicado en entre 0,01 y 1,2 puntos porcentuales, dependiendo de cada banco. Por lo tanto, si no los firmamos o no los mantenemos contratados a lo largo de la vida de la hipoteca, el interés nos subirá en esos puntos.
Es importante, en consecuencia, que valoremos si nos vale la pena suscribir esos servicios a cambio de que nos bajen el interés y de estar ligados a la entidad durante décadas. Asimismo, es aconsejable que evitemos productos que nos cuesten dinero (seguros, planes de pensiones…). La Hipoteca Open de Openbank, por ejemplo, podría ser una opción conveniente, pues solo exige domiciliar la nómina para acceder a su interés de euríbor más 0,99%.
Los tipos son bajos hoy, pero ¿y si sube el euríbor?
Y para terminar, debemos tener presente que, aunque las hipotecas a tipo variable sean muy baratas ahora, podrían encarecerse en el futuro si el euríbor sube. Este índice cotiza ahora bajo mínimos, pero nadie sabe qué podría ocurrir dentro de cinco o diez años. Por ello, es recomendable que calculemos si podríamos hacer frente a las cuotas en caso de que esta tasa sufriera un aumento importante.
Por ejemplo, veamos cuánto se podría encarecer un préstamo de 150.000 euros a 25 años con un interés de euríbor más 0,99% en varios escenarios:
Valor euríbor | Al -0,19% (actual) | Al 1% | Al 2% | Al 3% |
Cuota mensual | 551,83€ | 635,05€ | 710,54€ | 790,93€ |
En este caso concreto, si no pudiéramos pagar esas mensualidades con un máximo del 35% de nuestros ingresos, quizás sería mejor no contratar el crédito. Nuestro banco está obligado a proporcionarnos también estos cálculos y a avisarnos de que las cuotas podrían encarecerse si el euríbor cotiza al alza.
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