El guion está escrito. Este jueves, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) bajará los tipos de interés por primera vez desde la subida iniciada en julio de 2022. Fue en la pasada cita de marzo, cuando Christine Lagarde dejó claro que junio sería el momento para tomar una decisión sobre los tipos de interés. El mes ha llegado y Europa espera con ansias esta bajada.
Pero, ¿marcará el inicio de una nueva tendencia? ¿Se acerca una senda de bajadas? “La respuesta es no. No es que queramos ser pesimistas, pero el BCE se ha mostrado reticente en varias ocasiones a definir un calendario claro para futuros recortes y todo apunta a que los recortes serán pocos y conservadores”, aclara Olivia Feldman, economista y cofundadora del comparador financiero HelpMyCash.
La presidenta del BCE no ha sido la única en enfatizar que la máxima institución financiera solo tomará decisiones basadas en los datos económicos y que serán tan cautos como les sea posible. Más recientemente, Philip Lane, economista jefe del BCE, advirtió que “las cosas serán accidentadas y graduales”, reafirmando que el nivel exacto de restricción monetaria dependerá, una vez más, de la información disponible.
La inflación y el crecimiento económico
Los datos apuntan a que Europa ha conseguido mantener a raya la inflación, —mayo cerró al 2,6%— pero también confirman que el crecimiento económico ha sido débil. “Ambos indicadores ejercieron presión sobre el BCE para reducir los tipos de interés”, apunta Feldman. “Es verdad que en mayo la inflación tuvo un pequeño repunte, pero si vemos el panorama completo, podríamos decir que la política monetaria restrictiva de Lagarde y su equipo funcionó, pues cada vez se hace más lejana la Europa con una inflación al 10%”, recalca la economista de HelpMyCash.
Según la experta, el pequeño repunte inflacionario ya no se debe en gran medida al precio de los carburantes, como ocurrió hace año y medio. “Hay otros dos factores en juego. El primero es la situación geopolítica tanto en Oriente Próximo como en Ucrania, que repercute en la cadena de suministros, y el segundo es las subidas salariales”, recuerda Feldman. La pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores ha generado demandas de aumentos salariales, lo que podría impulsar, según el BCE, aún más la inflación. Sin embargo, todavía queda esperar a ver cómo reaccionan las grandes economías europeas.
Consecuencias de la reducción de tipos
Este recorte de tipos convertirá al BCE en la primera autoridad monetaria entre las economías desarrolladas en reducir los tipos de interés, adelantándose a la Reserva Federal de Estados Unidos. La razón principal por la que el BCE baja tipos antes que EE.UU. es porque la economía europea es más frágil y algunos países, como Alemania, están demasiado cerca de experimentar una pequeña recesión.
Bajar los tipos de interés tiene consecuencias. “Un riesgo es el de un euro previsiblemente más débil frente al dólar”, apunta la economista. “El petróleo y las materias primas que cotizan en dólares serán más caras, y eso podría hacer subir la inflación de nuevo. En la economía, todo está relacionado”, sentencia Feldman.
“El juego del BCE es hacer malabarismos entre conseguir la estabilidad financiera: o sea, que el crecimiento económico no sea disparatadamente alto porque dispararía de nuevo la inflación y, por otro lado, que no sea tan bajo que provoque una recesión”, explica la experta.
La otra cara de esta decisión es un poco más amable. Pues se espera que esta bajada de tipos ayude a generar cierta aceleración económica que Europa necesita, ya que endeudarse para invertir será más barato.
¿Cuántas bajadas hará el BCE este 2024?
Los halcones del BCE —los más partidarios del endurecimiento monetario— intentan descartar la posibilidad de un recorte en julio y como mucho, auguran otra más, además de la del 6 de junio. “Creemos que el segundo recorte probablemente ocurrirá cercano al último trimestre del año. Lagarde esperará a ver qué pasa con esta primera rebaja, así como qué sucederá en verano, antes de realizar otra reducción”, anticipa la experta. “La única forma en que vemos qué haya más de dos bajadas en 2024, es que el crecimiento de la economía europea sea demasiado bajo, casi nulo”, puntualiza.
Lo cierto es que hay quienes no quieren cerrar la puerta a más de dos recortes. Este es el caso del gobernador del banco central francés, François Villeroy de Galhau.
“Sea, como sea, habrá que estar pendientes de los datos macroeconómicos. Fueron, serán y son los únicos que marcarán la senda concreta que seguirán los tipos de interés en Europa”, concluye Feldman.
Comentarios