El año empezó con mucho movimiento en los mercados. El S&P 500 logró un leve avance del 0,10% en la primera semana de 2025, mientras que el Nasdaq 100 subió un 0,25%. Mientras tanto, en Europa, los índices principales registran subidas algo más consistentes. El IBEX 35 se marcó un 2,06% en la primera semana del año y el DAX 40, un 2,61%. ¿Qué hay detrás de estas diferencias y qué significa para los inversores?
El S&P 500 y el Nasdaq 100: suben, pero con turbulencias
Las ganancias de los principales índices bursátiles estadounidenses no han estado exentas de volatilidad. Desde el 6 de enero, ambos índices han empezado a retroceder. Ayer, el S&P 500 cayó un 1,11% y el Nasdaq 100 perdió un 1,79%.
¿Cómo se explican estos movimientos?
El mercado parece estar reevaluando sus expectativas sobre las políticas monetarias de la Reserva Federal (Fed). Aunque se descontaban recortes en los tipos de interés para este año, datos recientes como el número de empleos ofertados en diciembre y el índice de gestores de compras del sector servicios (que mide la actividad económica en ese sector), muestran una economía estadounidense aún sólida, acompañada de renovadas presiones inflacionarias.
Con la inflación al 2,8% en noviembre y señales de resiliencia económica, la Fed podría optar por mantener los tipos de interés más altos por más tiempo, o incluso por hacer ajustes más moderados de lo esperado. Este cambio en las expectativas ha tenido un impacto directo en los bonos estadounidenses a 10 años, cuyo rendimiento ha subido al 4,695%.
Esto ha generado un efecto dominó en los mercados. Los bonos se están convirtiendo en una opción atractiva para los inversores, ofreciendo retornos seguros y competitivos. Como consecuencia, parte del capital está saliendo de la renta variable, lo que añade inestabilidad a los índices bursátiles.
Riesgos para los fondos de renta fija
Aunque los bonos ofrecen ahora mejores rendimientos, los fondos de renta fija que invierten en ellos pueden ver pérdidas de valor en sus participaciones. Esto se debe a que cuando los intereses de los bonos suben, los precios de los bonos existentes disminuyen, afectando el desempeño de estos fondos.
Europa: una perspectiva distinta
En Europa, el panorama es algo más optimista para los mercados bursátiles. Aunque la inflación repuntó ligeramente del 2,2% de noviembre al 2,4% en diciembre, el consenso del mercado sigue esperando que el Banco Central Europeo (BCE) continúe recortando tipos de interés este año.
El menor atractivo de los bonos europeos, como el alemán a 10 años con un rendimiento del 2,48%, ha impulsado a los inversores más arriesgados a mantenerse en la renta variable. Esto ha llevado a un sólido inicio del año para los principales índices europeos: el IBEX 35 subió un 1,97%, el DAX 40 ganó un 2,57% y el CAC 40 avanzó un 1,58%.
Mejores fondos indexados al IBEX 35
¿Qué pasará en los próximos meses?
Es difícil de saber. Pero lo que sí podemos afirmar es que la Fed y el BCE seguirán marcando el camino. Tanto en Estados Unidos como en Europa, las cifras de inflación influirán directamente en las decisiones de las autoridades monetarias. Además, la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero podría generar movimientos adicionales en los mercados, dependiendo de las políticas económicas que anuncie.
¿Qué puedes hacer con todo esto? Si eres un inversor a largo plazo, la volatilidad no debe asustarte, porque es parte del camino. Sin embargo, es clave estar informado, diversificar tus inversiones y adaptar tu estrategia según el contexto. Este arranque del 2025 es un recordatorio de que los mercados son dinámicos y que hay que estar preparado para atravesar las bajadas.
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