El amor en ocasiones no dura para siempre y a menudo los buenos deseos y los matrimonios acaban disolviéndose ante un juez y de malas maneras. Cuando una pareja decide poner fin a su matrimonio se enfrenta al momento de tener que repartir todos los bienes en común; entre estos siempre se encuentra el dinero que tienen en las cuentas bancarias.

No es algo sencillo pero a través de las siguientes pautas vamos a intentar aclarar que debemos hacer con las cuentas en caso de divorcio.

¿De quién es el dinero de las cuentas bancarias si nos divorciamos?

Abrir una cuenta bancaria con la pareja es algo habitual, incluso en el caso de tener separación de bienes puesto que es una buena herramienta para domiciliar los recibos y pagar los gastos comunes. ¿Ahora bien que ocurre en caso de separación o divorcio? Podemos encontrarnos con varios supuestos:

  • Parejas casadas con separación de bienes, el dinero de las cuentas bancarias conjuntas, en principio, es de ambos miembros de la pareja y el de las cuentas individuales sería exclusivo del titular.
  • Parejas casadas en régimen de bienes gananciales, todas las cuentas bancarias cuyo titular fuera uno o ambos cónyuges se considerarían propiedad de los dos, salvo que se demuestre que alguna cantidad es un bien privativo de uno de los miembros del matrimonio.

Sin embargo no siempre es tan sencillo, en ocasiones una de las dos partes decide sacar dinero de la cuenta bancaria o directamente bloquearla. Aunque lógicamente esta situación acabará por resolverse en un juicio, esta puede alargar mucho el proceso de repartición de los fondos y los contratiempos para la parte afectada pueden ser graves, por lo que lo ideal sería que se tomaran medias previas, para evitar estos problemas.

Por ello lo mejor sería tener la cuenta común para pagar gestionar de manera óptima los gastos comunes de la unidad familiar. Así no habrá problema alguno en caso de tener que iniciar trámites de divorcio, ya que no se trata de una cuenta en la que uno de los dos tenga domiciliada la nómina, sino de una cuenta exclusiva para el hogar.

¿Cómo se debe proceder para cerrar la cuenta y repartir el dinero?

Cuando la separación es de mutuo acuerdo y ambos cónyuges actúan de buena fe, no suelen existir problemas en el reparto del dinero de las cuentas bancarias. Esto se produce con una disolución de forma amistosa en la que los titulares se llevan el dinero a otra entidad o abren una nueva posición en el banco en el que ya estaban y cierran la otra cuenta bancaria.

Ahora bien si es un divorcio contencioso, en el que alguno de los cónyuges decide retirar dinero de las cuentas, el tribunal puede emitir una orden temporal para limitar la capacidad de cada cónyuge en el uso de las cuentas bancarias y que solo pueda utilizar el dinero para los gastos ordinarios. La entidad está obligada a facilitar a la justicia detalles sobre los movimientos y el saldo de la cuenta con el fin de agilizar la distribución de los fondos.