Hay varios tipos de depósitos bancarios. Nunca hemos ocultado que nuestros favoritos son los depósitos a plazo fijo, ya que permiten saber con exactitud qué rentabilidad vas a recibir por tu inversión. Pues bien, si éstos se caracterizan por su sencillez y transparencia, lo contrario ocurre con los depósitos estructurados o depósitos combinados.

Características de los depósitos estructurados

Los depósitos estructurados son aquellos que, sobre el papel, ofrecen  unas rentabilidades mucho más elevadas que los depósitos a plazo fijo, incluso superiores al 10%. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta rentabilidad no es en absoluto segura, ya que estará sujeta a unas reglas del juego que impondrá el banco.

Normalmente constan de una parte a interés fijo y de otra que se somete a las fluctuaciones de bolsa o a otros eventos más o menos complejos de predecir. Se podría considerar que, los depósitos estructurados, tienen un componente de “juego”.

Diez advertencias sobre los depósitos estructurados

Las características de los depósitos estructurados tienen algunos puntos oscuros que mucha gente no conoce, pero que es conveniente considerar. Los hemos resumido en diez advertencias:

1.       La parte a interés fijo permanecerá depositada por menos tiempo que la parte invertida en bolsa. Es decir, que si nos ofrecen un 4% TAE pero sólo se aplica durante tres meses, estaremos recibiendo en realidad una rentabilidad del 1% sobre la parte fija

2.       La parte a interés fijo representará casi siempre un porcentaje menor de la inversión. ¿Esto qué significa? Que si invertimos 100.000 euros, pero la parte fija sólo se aplica al 40%, en realidad recibiremos la rentabilidad a tipo fijo que nos den 40.000 euros

3.       Si la cantidad variable se ha invertido en un fondo de inversión, el banco cobrará comisiones que se restarán de la rentabilidad obtenida

4.       Invirtiendo en bolsa directamente tienes margen de maniobra para retirar la inversión cuando lo consideres oportuno, algo que no sucede cuando lo haces a través de un depósito: el día  de la retirada es sagrado, sea cual sea la cotización del producto

5.       Si nuestra inversión está en alza, nuestro beneficio no será equivalente a su revalorización, ya que el banco establece un límite de ganancias, justificado porque garantizan el 100% del capital invertido

6.       A veces los bancos determinan la rentabilidad de la parte variable en función de varios productos a la vez. Esto significa que, si no se revalorizan todos ellos, podemos obtener 0% de rentabilidad, lo cual hace más difícil que logremos beneficios

7.       Algunos bancos establecen fórmulas propias para calcular la rentabilidad. En ocasiones ni siquiera van en función de la bolsa: un depósito de Banc Sabadell ofrecía rentabilidad que dependía de que un equipo español ganase o no la Champions League. Esto parece más cercano al mundo de las apuestas que al de la inversión

8.       El banco decide qué productos establecerán la rentabilidad de la parte variable. Por ejemplo, puede depender del oro, el petróleo y la Coca-Cola. Hay que saber mucho de finanzas para poder predecir el comportamiento de los productos que nos propone el banco

9.       Pese a que en la mayoría de depósitos se asegura el 100% del capital invertido, en los depósitos estructurados el capital sólo se recupera completamente al final del periodo

10.   En la práctica, la rentabilidad de un depósito estructurado casi nunca alcanza lo anunciado y suele ser igual o inferior a la que ofrecen los depósitos fijos

En definitiva, los depósitos estructurados pueden ser una buena opción para expertos en finanzas, pero para los usuarios “amateur” probablemente sea más sensato contratar un depósito a plazo fijo, donde siempre sabes qué rentabilidad vas a recibir.

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