El perfil de cliente al que un banco considera «joven» varía mucho de unas entidades a otras. Una cuenta joven cuenta con un rango de edad amplio, abarcan de los 14 a los 30 años, pero en algunas ocasiones se limita  de los 18 a los 28 años o solo hasta los 25. De media, la mayor parte de las entidades que operan en España consideran que un usuario es «joven» durante un período de unos 10 años aproximadamente. Sin embargo, hay cuentas en las que el plazo se alarga y otras en las que se limita a siete.

Estas cuentas además de ofrecer atractivas políticas de comisiones, también disponen de ventajas extra, como descuentos en comercios o tarjetas para sacar gratis en cualquier cajero del mundo.

Las ventajas más habituales de una cuenta joven

La mayoría de cuentas para jóvenes eximen a sus clientes del pago de las comisiones más habituales. Es decir, no cobran por conceptos como mantenimiento, administración y transferencias nacionales. Además, en algunas ocasiones, este tipo de productos ofrecen tarjetas de débito gratuitas.

Ahora bien, al igual que con el resto de cuentas bancarias, es necesario leer la letra pequeña ya que su política de comisiones puede variar a lo largo de los años. En ocasiones, la gratuidad de los gastos se mantiene durante un período determinado y, a partir de cierta edad, la entidad exige una vinculación del cliente para que pueda seguir disfrutando de estas ventajas.

Además de las comisiones gratuitas, las cuentas para jóvenes incluyen otro tipo de beneficios, que suelen variar notablemente entre unas entidades y otras. Por ejemplo, hay entidades que ofrecen descuentos en determinados sectores, como ocio, viajes, etc. Otras ofrecen tarjetas con las que se puede sacar efectivo en cualquier cajero de España o del mundo sin pagar comisiones, y en otros casos, ofrecen la devolución de un porcentaje de los recibos que el cliente tenga domiciliados.

¿Cuáles son las políticas de comisiones de las cuentas para jóvenes?

Al igual que sucede con las cuentas corrientes, hay ciertos aspectos a los que debemos prestar atención para saber si este tipo de productos nos interesan o no:

  • ¿Cuáles son las comisiones de las que estamos exentos? Lo normal es que una cuenta joven no cobre por administración, mantenimiento, transferencias y tarjeta de débito. Sin embargo, hay algunas que limitan las transferencias sin coste o que solo ofrecen la tarjeta de débito gratuita durante el primer año.
  • ¿Durante cuánto tiempo nos eximen del pago? Debemos analizar si esa política se aplica de manera indefinida, hasta que el cliente deje de ser considerado «joven» por el banco, o si, llegada cierta edad, habrá que cumplir unas condiciones para poder disfrutar de estas ventajas.

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