A pesar de su importancia, la educación financiera sigue siendo la asignatura pendiente de gran parte de la población. Este desconocimiento, por una parte, pone en peligro la economía de muchas familias que se lanzan a la contratación de productos como créditos, hipotecas o planes de pensiones sin entender bien sus condiciones y sus consecuencias. Y, por otra, deja pasar oportunidades de mejora para otros tantos. Por eso, en el Día de la Educación Financiera, desde HelpMyCash hemos querido dar respuesta a las preguntas más repetidas sobre las hipotecas, un producto financiero que, con una probabilidad muy alta, contratamos o contrataremos en algún momento.

1.- ¿Quién puede pedir una hipoteca?

Saber si el banco nos concederá una hipoteca es una de las cuestiones más importante antes de comprar una vivienda. Entre los requisitos para conseguir financiación, tener un trabajo estable, cierta antigüedad laboral, estar al día con el pago del resto de los préstamos y que nuestras deudas no superen el 35% de nuestro ingresos son aspectos clave. Además, contar con unos ahorros de al menos el 30% del precio de la vivienda nos ayudará a seducir al banco.

Esto no quiere decir que por no cumplir alguno de los condicionantes anteriores no podamos firmar un préstamo hipotecario, sino que nos podría resultar más complicado conseguirlo.

2.- ¿Cuál es la diferencia entre hipotecas fijas y variables?

La gran diferencia entre una hipoteca fija y variable es que, tal y como indica su nombre, la primera tiene un interés que no cambia, mientras que el interés de la segunda depende de un indicador, que suele ser el euríbor.

En estos momentos, los préstamos hipotecarios referenciados al euríbor son los más económicos, pero también los más arriesgados. Como resultado, escoger entre una hipoteca fija o variable dependerá de la tolerancia al riesgo de cada cliente.

3.- ¿Es posible cambiar las condiciones de financiación después de firmar?

La respuesta es sí, pero tiene un coste. Para modificar las condiciones de la hipoteca una vez firmado el contrato tendremos dos opciones: negociar con el banco o cambiarnos de entidad. La primera alternativa se conoce como novación y consiste en modificar cualquier aspecto del crédito siempre y cuando la entidad esté de acuerdo (el interés, el plazo, los titulares, el capital, la vinculación etc.), aunque lo ideal sería analizar el contrato antes de firmarlo para no tener que realizar cambios a posteriori.

En cambio, si nuestro banco no aceptara la propuesta, podríamos mover el préstamo hipotecario de entidad y negociar las condiciones desde cero. Eso sí, al escoger esta vía, no podremos eliminar ni añadir garantía, ni ampliar el capital financiado.

4.- ¿Cancelar la hipoteca es un trámite obligatorio?

Depende. Por una parte, si hemos terminado de pagar la hipoteca y tenemos pensado vender la casa, lo recomendable será que cancelemos el préstamo hipotecario cuanto antes. Así, evitaremos que sea el banco del comprador quien se encargue de todo y nos podremos ahorrar unos cientos de euros.

Por otra parte, si hemos abonado la última cuota y no queremos poner la vivienda a la venta, podemos evitar este trámite y la cancelación registral se hará automáticamente veinte años después del último pago. Sin embargo, lo recomendable es dejar la vivienda libre de cargas por lo que pudiera pasar.

5.- ¿Qué puede ocurrir si dejas de pagar la cuota?

Lo peor que puede pasar si no pagamos las cuotas es que se produzca una ejecución hipotecaria. Para evitarlo, lo recomendable en intentar negociar con el banco alguna alternativa para seguir abonando las mensualidades en vez de dejar que la deuda crezca y crezca.

Además, si cumplimos con los requisitos para acogernos al Código de Buenas Prácticas, la entidad nos tendrá que ofrecer alguna solución viable que nos permita seguir pagando la hipoteca sin perder la vivienda.