En estos momentos, podemos afirmar que son muy pocos los bancos que ofrecen una financiación total para la adquisición de viviendas. Como resultado, para poder comprar una casa es necesario contar con algo de dinero ahorrado. En concreto, esta cantidad estará destinada a cubrir el porcentaje del precio que no podamos financiar más los gastos derivados de la compraventa del inmueble. A continuación, detallamos qué condiciones deberemos cumplir para que el banco nos conceda la hipoteca que necesitamos.
Quién paga qué
Aunque los gastos de formalización de la hipoteca los asume el banco por ley, la realidad es que firmar la compra de una vivienda también requiere la aportación de un dinero extra por parte del cliente. Más aún si el crédito no cubre el precio de la casa en su totalidad, que suele ser lo habitual.
Como sabemos, aunque algunos bancos conceden hipotecas de hasta el 90%, son más los que no superan el 80%. En la práctica, esto significa que deberemos aportar de nuestro bolsillo la cantidad restante para poder completar la compra.
Además, es responsabilidad del cliente abonar los gastos de compraventa: notaría, gestoría, registro e impuestos. En total, estas partidas suelen sumar entre el 10% y el 12% del precio de la casa, una cantidad que dependerá de la comunidad autónoma y de si se trata de una vivienda de nueva construcción o no.
En números, si la vivienda cuesta unos 150.000 euros, deberemos tener a nuestra disposición unos ahorros de al menos unos 45.000 euros, que sería el 30%.
Tres requisitos más para comprar una casa
Para poder firmar una hipoteca, tener unos ahorros de al menos el 30% del precio de la vivienda no será la única condición que deberemos cumplir. De hecho, para poder superar el examen que realiza el departamento de riesgo de cada banco, será imprescindible cumplir los siguientes requisitos:
- Tener un trabajo estable. La situación laboral del cliente es un punto muy importante para la valoración del riesgo de impago. Por eso, poder presumir de un buen puesto de trabajo y una cierta antigüedad en la empresa nos ayudará mucho a conseguir la hipoteca que buscamos.
- Unos ingresos recurrentes y pocas deudas. El dinero que recibamos cada mes también es un factor importante, ya que los bancos no querrán arriesgarse a que la cuota sea demasiado alta en relación al dinero que periódicamente entra en nuestra cuenta. Además, las entidades valorarán positivamente que no tengamos muchos préstamos vigentes. En concreto, nuestras obligaciones financieras, incluida la hipoteca, no deberán superar el 35% de nuestros ingresos.
- Un historial crediticio libre de impagos. Por último, estar al corriente con nuestras deudas y no figurar en ninguna lista de morosos será otra condición indispensable si queremos financiar la compra de una vivienda.
Para agilizar el proceso y conseguir la hipoteca lo antes posibles, sería recomendable comenzar a reunir toda la documentación con la que enamorar al banco. Así, cuando acudamos a varias entidades a solicitar ofertas, ya iremos un paso por delante.
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