Para vender una vivienda hace falta algo más que poner anuncios y colgar carteles de venta en el balcón. Esta es una transacción legal y económica importante y para poder firmar la venta en notaría debemos contar con una serie de requisitos y papeles. No es secreto para nadie que algunos vendedores ponen en venta sus casas y van sobre la marcha averiguando lo que necesitan para vender. El problema es que, si dejamos el papeleo obligatorio para vender el piso para después, nos podemos ver un aprieto si encontramos rápido un comprador. En este artículo lo explicamos.

El consejo de oro: mejor pronto que tarde

Es aconsejable que antes de poner el piso en venta hagamos un poco de investigación para saber cuáles son los pasos que debemos seguir para vender nuestra casa y los documentos que necesitamos en nuestro caso concreto para llevar a cabo la operación.

¿Por qué? Hay que tener en cuenta que algunos de los documentos que necesitamos para vender deberemos tramitarlos a través de terceros o pedirlos a la Administración y esto puede tomar su tiempo.

Por ejemplo, la cédula de habitabilidad o el certificado energético son dos documentos que podemos necesitar para vender la casa. El primero es obligatorio en nueve comunidades españolas, pero el segundo es indispensable en todo el territorio nacional. Ambos debemos tramitarlos a través de técnicos especializados, quienes deberán visitar la vivienda para elaborar unos informes y estos se deberán presentar ante los organismos respectivos de la Administración para que tengan validez.

Los técnicos pueden ser rápidos en la gestión, pero no sabemos el plazo que puede tardar la Administración en darle el visto bueno a los documentos. En Cantabria, por ejemplo, el lapso máximo que se marca la comunidad para emitir la cédula de habitabilidad es de tres meses. Es decir, probablemente nos puedan dar el papel en menos tiempo, pero los lapsos máximos que se marca el organismo por reglamento pueden ser más largos.

En este sentido, lo recomendable es iniciar los trámites desde el mismo momento en que decidimos vender la casa. Así, si encontramos rápido un comprador, evitaremos correr el riesgo de perder la venta por no tener a mano los documentos imprescindibles.

Los documentos también nos ayudan a promocionar la venta

Por otro lado, es importante tener en cuenta que tener a mano algunos documentos a la hora de recibir a las visitas y enseñar nuestra casa en venta nos puede ayudar a convencer a un comprador. Mientras más información pueda tener un interesado sobre la casa, su situación legal y la viabilidad de la operación más motivado estará de presentar una oferta rápidamente.

Por ejemplo, si tenemos la nota simple, el comprador podrá constatar en la visita que la vivienda no tiene ninguna carga legal o gravamen que pueda impedir su venta. Si, además, tenemos el certificado energético, este podrá saber también cuánta energía consume la casa y el posible gasto que puede tener en las facturas de suministros si decide comprar la propiedad.

De esta manera, ser precavidos e iniciar los trámites obligatorios con antelación a las visitas, no solo puede evitar que perdamos una oportunidad de vender la casa, sino que más bien nos puede servir como un arma de negociación para alcanzar la venta.