Pagar con efectivo tiene fecha de caducidad. Existen infinidad de estudios que confirman esa tendencia. Los billetes y las monedas ocupan cada vez menos espacio en nuestro bolsillo dejando lugar a otros dispositivos con los que podemos pagar. En este sentido, las reinas son las tarjetas de crédito, una opción que nos permite pagar sin tener que abonar el coste de cada gasto al momento. En ocasiones, pagamos esos cargos a final de mes, pero otras, realizamos un aplazamiento a varios meses. Podemos hacerlo con una cuota fija o con un porcentaje de la misma. ¿Qué opción es mejor? En este artículo lo descubrimos.
Cuota fija o porcentual, ¿qué es más barato?
El pago fraccionado de una tarjeta de crédito es una forma de devolver a plazos la deuda que hemos acumulado con nuestras compras. En este caso, tenemos dos vías para hacerlo, la cuota fija, por la que cada mes pagaremos una cantidad concreta de nuestra deuda (siempre por encima del mínimo exigido); o una cuota porcentual con la que cada mensualidad abonaríamos un porcentaje de la deuda pendiente. En ambos casos, el coste que nos cobrarían sería el mismo, aunque el gasto total, como veremos a continuación con un ejemplo, puede variar.
Pago fraccionado con cuota fija
Importe de la deuda | 3.000€ |
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Intereses | 20% TIN |
Cuota fija mensual a pagar | 300€ |
Tiempo para reembolsar la deuda | 13 meses |
Intereses a pagar | 309,12€ |
Total a devolver | 3.309,13€ |
De esta forma, eligiendo una cuota fija a pagar cada mes de 300 euros, terminaríamos pagando 309,12 euros de intereses y la deuda quedaría reembolsada en 13 meses.
Pago fraccionado con cuota porcentual
Importe de la deuda | 3.000€ |
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Intereses | 20% TIN |
Porcentaje mensual a pagar de la deuda pendiente | 10% |
Tiempo para reembolsar la deuda | 54 meses |
Intereses a pagar | 592,73€ |
Total a devolver | 3.592,73€ |
Para que la cuota inicial a pagar fuera similar que en el otro caso, hemos elegido un pago del 10% mensual. Sin embargo, conforme avanzan los meses, la cuota es cada vez menor (tardando más en liquidarse) y, por tanto, se generan intereses durante más tiempo.
Como vemos, para una cuota que al principio es idéntica, termina devolviéndose la deuda en un plazo muy distinto y a un coste mucho más caro en este segundo caso.
El pago fácil, la modalidad alternativa a las habituales
Más allá del pago a fin de mes y el análisis que hemos hecho del pago fraccionado, existe una tercera vía en las tarjetas de crédito. Es la fórmula del pago fácil, una alternativa que permite aplazar compras concretas en condiciones ventajosas. No todas las tarjetas disponen de esta opción, pero en los casos que así ocurre, suelen traer una financiación muy a tener en cuenta. Vemos un ejemplo con datos similares a los casos anteriores:
Importe de la deuda | 3.000€ |
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Intereses y plazo | 0% TIN – 12 meses |
Comisiones | 5% apertura |
Cuota mensual | 262,50,44€ |
Intereses a pagar | 150€ |
Total a devolver | 3.150€ |
Tal y como comentábamos, esta opción es una forma inteligente de fraccionar pagos. Esta vía es, con diferencia, la forma más barata de aplazar el pago de nuestras compras.
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