Siguen los récords en el mercado inmobiliario. El desequilibrio entre la oferta y la demanda de vivienda se acentúa, según el portal inmobiliario Fotocasa. Su estudio Radiografía del mercado de la vivienda en 2021-2022 demuestra que el 16% de la población española mayor de 18 años ha comprado o intentado comprar una vivienda durante el último año, marcando la cifra más alta de la serie histórica, frente al 4% que ha vendido o intentando vender. 

“Ya desde el inicio de 2021 veíamos que existía un gran interés por comprar, pero lo que no preveíamos era que cada vez se iba a acentuar más, hasta llegar a niveles máximos dos años después”, explica María Matos, directora de estudios y portavoz de Fotocasa. Y confirma que estamos frente a los mejores datos de participación e interacción con la compra de vivienda desde los años de la burbuja inmobiliaria. “Nos encontramos ante un nuevo boom por comprar, aunque ahora la situación es diferente: ya no hay exceso de producto sino escasez de stock”, apunta.

Intención de compra futura

El estudio también demuestra que una de cada cinco personas pretende adquirir un inmueble en los próximos años. Esto supone un 3% más que en febrero de 2021. Concretamente, un 8% piensa hacerlo en un plazo de dos años y un 14% en un plazo de cinco.

Pero las estadísticas presentan diferencias según las comunidades autónomas. Se registran mayores signos de estancamiento en Cataluña y Madrid, donde la intención de compra futura no ha variado, prácticamente, durante el último año.  

“En Cataluña hay un 19% de personas que no están buscando vivienda en propiedad que se lo plantea para los próximos cinco años; y en Madrid ese porcentaje es del 23%, que prácticamente no ha variado en el último año”, explica la directora de estudios.

En Andalucía, la intención de compra continúa incrementándose: ha pasado del 18% en febrero de 2021 al 24% en febrero de este año. En la Comunidad Valenciana ha subido del 18% al 22% en el mismo periodo.

Efecto sobre los precios

Como todo desequilibrio entre oferta y demanda, este también tiene un efecto directo sobre el precio de la vivienda. La escalada del valor del ladrillo que hemos visto durante el último año es un ejemplo de ello. Pero la situación se ha agravado tras el estallido de la guerra en Ucrania.

Matos explica que “la crisis en occidente ha provocado encarecimientos en el precio de los materiales de construcción, ocasionando que la oferta de obra nueva se esté ralentizando y tardando mucho más de lo habitual en llegar al mercado”. Esto propicia el desequilibrio entre vendedores y compradores y supone un aumento importante de precios.  

Pero no debemos perder de vista que algunos expertos comienzan a prever cierta moderación en la demanda para los próximos meses, como consecuencia del incremento del euríbor y el encarecimiento de las hipotecas. Por tanto, se espera que la tendencia alcista del precio del ladrillo empiece a moderarse.