«El inmobiliario se para: bajan las compras y se alarga el plazo de venta». Así se titula un artículo publicado ayer, primero de agosto, en el periódico La Vanguardia y confirma una tendencia que en HelpMyCash venimos anticipando desde principio de año: comenzó a reducirse la demanda, los tiempos de venta son más largos que hace unos meses y, aunque todo indica que los precios no bajarán, los compradores empiezan a pedir rebajas más altas al momento de ofertar por una vivienda. 

«Prevemos que un 20% de la demanda que teníamos va a quedar fuera del mercado», señala Emiliano Bermúdez, subdirector general de Donpiso en una entrevista con La Vanguardia. Y añade que, antes, una venta tardaba 65 días. Este plazo se alargó ahora a 90. 

En medio de estas circunstancias, ganan relevancia algunos aspectos que antes podían pasar desapercibidos o, al menos, no parecían determinantes a la hora de cerrar una compraventa, como el valor emocional que se adjudica a los inmuebles o la falta de flexibilidad en la negociación.

Despójate del valor emocional

Toda compra es emocional y las que involucran viviendas no son la excepción. Es habitual que un comprador prefiera una vivienda donde se sintió bien tan pronto como entró; y no otra que, a primera vista, le dio una mala impresión. Pero el sentir es subjetivo y lo que funciona con un comprador no funcionará con otro. Del mismo modo, el cariño, los recuerdos y vivencias que un propietario puede tener por su vivienda no son los mismos que sentirá un comprador que ingresa en el inmueble por primera vez. Por eso es importante que te despojes del valor emocional cuando elijas el precio.

En este contexto inflacionario y de encarecimiento de los préstamos hipotecarios, los compradores no están dispuestos a pagar sobreprecios. Mantener la objetividad es, entonces, una máxima para vender tu casa en tiempos de crisis. Y eso se logra consultando varias fuentes, como pueden ser las herramientas de tasación online, o contactando con un profesional inmobiliario. 

Mantente abierto a negociar

Si de precio hablamos, no podemos perder de vista otra instancia íntimamente relacionada: la negociación. Hasta ahora, era tanta la demanda, que si una oferta estaba por debajo de las expectativas del vendedor, bastaba con esperar un tiempo prudente hasta que apareciera otro comprador dispuesto a pagar más. Todo indica que esa época de oro va quedando atrás: para contrarrestar el encarecimiento de las hipotecas, los compradores empiezan a hacer ofertas más bajas. En el artículo mencionado anteriormente, Bermudez apunta que «es posible que veamos otra vez lo que pasó durante la crisis, cuando los compradores pedían de entrada descuentos del 10%».

Por todo esto, nuestro segundo consejo es que te mantengas abierto a negociar el precio con el comprador. Esto no significa ceder a todas sus exigencias, sino evaluar las ofertas con criterio y buscar un punto medio que sea favorable para ambos.

Destaca frente a tu competencia

Destacar frente a la competencia es un consejo típico de una clase de negocios, pero también aplica a la venta de tu vivienda. Frente a una demanda reducida, gana importancia la forma en que enseñes tu piso, tanto en los portales inmobiliarios como en las visitas presenciales. No es lo mismo entrar a una casa vacía, quizás sucia o con paredes manchadas de humedad que visitar un inmueble recién pintado, que huela bien y potencie sus atributos. 

Solo hay una oportunidad para crear una primera impresión y eso es lo que te aconsejamos: maximiza los recursos para captar la atención del comprador desde el primer momento. Técnicas como el Home Staging pueden ayudarte en este punto. También puedes potenciar tu anuncio con visitas virtuales, vídeos 360º, fotografías de alta calidad y una buena descripción.