El coronavirus ha cambiado nuestras rutinas y nos ha obligado a reducir no solo la cantidad de los encuentros sociales sino también la forma de hacerlos. Ahora, España se enfrenta a una segunda ola que arrasa en todas las comunidades autónomas y, aunque de momento la idea de un confinamiento estricto no es manejada por las autoridades sanitarias, son muchas las precauciones que debemos tomar. Pero ¿qué pasa si necesito vender mi piso en medio del Covid-19? ¿Qué debo hacer para enseñar la casa con seguridad? En este artículo damos algunas recomendaciones.

1. Recibir a pocas personas en la vivienda

En el Real Decreto que contempla el estado de alarma declarado recientemente se establece que el número máximo de personas que se pueden reunir en un espacio, tanto cerrado como al aire libre, es de seis personas.

No obstante, considerando que vamos a enseñar nuestra casa a personas que no están dentro de nuestro ámbito habitual y que, posiblemente, ni siquiera conocemos, es aconsejable limitar el número de visitantes a dos o, máximo, tres personas.

Aunque, debemos tener en cuenta el tamaño de la vivienda. Si este tiene 50 metros cuadrados y es totalmente interior, es mejor recibir a una o dos personas (contando que muchos potenciales compradores pueden ser parejas). Pero, si es una casa grande, con espacios exteriores (piscina, terraza o jardín) quizá podamos ampliar el número de visitantes a tres personas.

2. Agendar las visitas en las horas menos concurridas

Asimismo, es aconsejable que organicemos las visitas en aquellas horas de menos tránsito en las áreas comunes del edificio. Especialmente, si es una finca con muchos pisos y familias que los habitan. Aunque no lo parezca, cuidar a nuestros vecinos también implica cuidarnos a nosotros mismos.

También, es recomendable pedir a los visitantes que eviten utilizar el ascensor si se trata de una planta no muy alta y que opten por subir las escaleras. Si el asunto es que estamos vendiendo la casa con una inmobiliaria, es probable que el agente venga con el interesado al inmueble, así que este lo puede sugerir sutilmente.

3. Usar mascarilla y poner gel hidroalcohólico al alcance de los visitantes

La mascarilla es un must indispensable. No, solo porque es de carácter obligatorio, sino porque nos puede proteger de un posible contagio. Asimismo, es aconsejable tener gel hidroalcohólico o pedir a los visitantes que se laven las manos nada más entrar en la vivienda y antes de tocar cualquier cosa.

Aunque, también podemos pedirles amablemente que, en la medida de lo posible, eviten tocar las superficies o el mobiliario de la casa.

4. Reducir el tiempo de la visita a lo indispensable

Una vez que los interesados estén en la casa, es recomendable ir al grano y no alargar la visita más de lo necesario. Esto no implica meterle prisa a los potenciales compradores, ya que estos tienen que ver bien y a gusto la vivienda para que puedan saber si es la adecuada o no.

Pero podemos ir, a medida que se desenvuelva la visita, enumerando las ventajas de la casa, el barrio o la finca y los aspectos importantes de la venta (precios, condiciones, etc) sin dar largas o haciendo omisiones que luego motiven preguntas y que, por tanto, puedan alargar el encuentro. Incluso, podemos tener apuntadas las cosas importantes a comentar para no dejarnos nada. Ser organizados y estructurar la visita puede ser una ventaja en tiempos de pandemia.

5. Ventilar y desinfectar la vivienda

Además, es recomendable tener las ventanas abiertas durante la visita o, si hace mucho frío, ventilar enseguida se vayan las visitas. De esta forma, circula el aire en la vivienda y, según lo que indican los expertos sanitarios, se reduce la posibilidad de contagio.

Asimismo, debemos desinfectar aquellas posibles superficies que hayan sido tocadas por los interesados como, por ejemplo, los pomos de las puertas o las barandillas de las escaleras, si tenemos una dentro de la casa.

Vídeo realizado por HelpMyCash.com