En un momento de incertidumbre económica y volatilidad en los mercados financieros, los depósitos bancarios continúan posicionándose como una de las opciones más seguras y estables para proteger el ahorro. Aunque su rentabilidad ha bajado progresivamente en lo que va de 2025, en línea con los últimos recortes del Banco Central Europeo (BCE), que ha situado la tasa de facilidad de depósito en el 2,25%, siguen ofreciendo ventajas clave frente a otros productos tradicionales.

Una rentabilidad menguante… pero aún válida

“Ante esta inestabilidad urge buscar productos que preserven nuestro dinero y nos permitan obtener cierta rentabilidad, pero no todo vale”, señala Olivia Feldman, economista y cofundadora del comparador financiero HelpMyCash.com.

Por ejemplo, las letras del Tesoro a 12 meses ofrecen actualmente una rentabilidad del 2,02%, afectadas no solo por el descenso de los tipos de interés, sino también por la alta demanda de productos considerados refugio por parte de los inversores. “Además, con las letras hay un factor de incertidumbre, ya que no se conoce el rendimiento final hasta el día de la subasta”, añade Feldman.

Los fondos monetarios y las cuentas de ahorro pueden ser alternativas, pero también tienen sus limitaciones. La rentabilidad de este tipo de fondos está directamente ligada a la evolución de los tipos, mientras que las cuentas remuneradas, aunque pueden ofrecer intereses competitivos puntualmente, están sujetas a posibles cambios por parte del banco, con un preaviso de tan solo dos meses en España.

Frente a ellas, los depósitos a plazo fijo siguen ofreciendo una ventaja clave: un tipo de interés estable, una protección de hasta 100.000 euros por titular y banco gracias al Fondo de Garantía de Depósitos y la seguridad de que los intereses no variarán durante la duración contratada.

De los depósitos al 4% a una nueva normalidad por debajo del 2,5%

Durante la primera mitad de 2024 era común encontrar depósitos al 3,5% e incluso al 4%. Hoy, estas ofertas prácticamente han desaparecido y las que superan el 2,25% o el 2,50% ya son escasas. Aun así, los depósitos siguen siendo una herramienta útil para proteger el capital sin asumir riesgos.

“Está claro que dejar el dinero aparcado en una cuenta corriente no es una opción válida”, insiste Feldman. A cierre de febrero, casi 880.000 millones de euros permanecían en cuentas a la vista, con una rentabilidad media del 0,17%, según los últimos datos del Banco de España, mientras los tipos del BCE se mantenían en el 2,75%. “Los bancos colocan ese dinero en el BCE y rentabilizan a su favor como se refleja en su cuenta de resultado trimestre a trimestre. Si ellos lo hacen, ¿por qué no hacerlo nosotros también?”, cuestiona la experta.

Y esta necesidad cobra aún más fuerza en el actual entorno económico donde la inflación sigue presente (aunque contenida) y los mercados bursátiles no ofrecen la estabilidad que muchos perfiles conservadores desean.

¿Esperar o actuar ya?

Muchos ahorradores se preguntan si merece la pena contratar ahora o esperar. La recomendación de los expertos es clara: si el perfil es conservador, lo mejor es no aplazar la decisión. “Las rentabilidades actuales, aunque más bajas que hace unos meses, siguen siendo atractivas desde una perspectiva histórica y, si el BCE mantiene su política expansiva, todo apunta a que seguirán cayendo”, añaden desde HelpMyCash.

Además, contratar un depósito ahora permite «blindar» una rentabilidad fija durante varios meses o años, independientemente de cómo evolucione el mercado o los tipos de interés. Sin olvidar que ofrecen predecibilidad en los ingresos que se pueden obtener. “El ahorrador sabrá exactamente cuánto ganará con un plazo fijo, independientemente si los tipos bajan o las bolsas caen”, insiste Feldman.

El reto: encontrar buenas ofertas (y mirar más allá de España)

Aunque en España las mejores ofertas prácticamente han desaparecido, en el mercado europeo aún es posible encontrar depósitos por encima del 2,50% TAE. Muchas entidades extranjeras, accesibles desde plataformas como Raisin, siguen ofreciendo rentabilidades competitivas y con la misma protección (hasta 100.000 euros por el Fondo de Garantía de Depósitos de su país).

“La banca española no ha apostado por los plazos fijos ni siquiera cuando los tipos estaban en máximos y, ahora, con los tipos en descenso, mucho menos”, explica Feldman. Por eso, siguen recomendando “perder el miedo a contratar depósitos en bancos europeos, siempre que estén cubiertos por un fondo oficial. Es tan seguro como viajar por Europa: tus ahorros también pueden cruzar fronteras con garantías”.

¿Por qué bajan los depósitos?

El principal motivo es la política monetaria del BCE. Su nueva bajada de tipos ha reducido la facilidad de depósito al 2,25% y esto presiona directamente a los bancos para ajustar la rentabilidad que ofrecen.

“Desde que el BCE comenzó a recortar tipos, hemos visto como los depósitos al 4% han desaparecido, luego los del 3% a principios de este año y ahora nos dirigimos hacia una nueva normalidad por debajo del 2,5%”, concluye Feldman.

Contexto internacional: aranceles, inflación y volatilidad

A esta coyuntura se añade la incertidumbre internacional: la nueva guerra comercial impulsada por Donald Trump ha disparado la volatilidad de los mercados. Aunque se ha pactado una tregua de tres meses, los inversores se mantienen en alerta. Además, la Reserva Federal ha señalado que esperará antes de seguir bajando los tipos, dado el posible efecto inflacionario de los nuevos aranceles.