Muchos de los que contrataron un préstamo hipotecario entre 2010 y 2018 contemplan con envidia a los que financian ahora la compra de una vivienda, pues las condiciones que ofrece la banca actualmente son mucho más atractivas que las que ofrecían durante ese período. Si formamos parte de ese grupo, sin embargo, debemos saber que existe un modo de mejorar nuestra hipoteca: llevar a cabo una operación llamada subrogación, que permite trasladar el crédito a una entidad que nos mejore las condiciones. En este artículo explicamos qué pasos hay que dar para hacer realidad ese cambio de banco.

Paso 1: valora qué quieres mejorar con un cambio de banco

Lo primero que tenemos que hacer es analizar nuestro crédito hipotecario para valorar cómo podemos mejorarlo con una subrogación. Estos son los aspectos que se pueden modificar gracias a esta operación:

  • Rebajar el tipo de interés: si nuestra hipoteca tiene un interés de más del 2%, podemos conseguir un tipo más bajo con un cambio de entidad, lo que nos permitirá pagar unas cuotas más bajas.
  • Pasarte del tipo variable al fijo o viceversa: también podemos usar esta operación para pagar unas cuotas estables o para ligarnos al euríbor.
  • Quitar comisiones o productos adicionales: si eliminamos estos gastos extra, podremos ahorrar una buena suma de dinero a largo plazo.
  • Eliminar cláusulas potencialmente abusivas: también nos podemos deshacer de cláusulas como el suelo o como el IRPH.

Esta operación, sin embargo, no permite ampliar el capital del préstamo ni añadir o quitar titulares o avalistas.

Paso 2: calcula cuánto ahorrarías con la subrogación

El siguiente paso es calcular cuánto dinero nos ahorraríamos con este traslado para valorar si nos saldría a cuenta. Para ello, aconsejamos utilizar el siguiente simulador gratuito de HelpMyCash.com, que nos mostrará qué ahorro obtendríamos tanto cada mes como en total:

Para ayudar a nuestros usuarios, hemos elaborado el siguiente vídeo en el que explicamos cómo hay que usar esta calculadora:

Al subrogar una hipoteca hay que pagar dos gastos: la tasación y la comisión que nos cobre el banco del que nos vayamos (aparece en la escritura del préstamo). En general, esos gastos se amortizan con el ahorro obtenido, pero es aconsejable hacer cuentas para comprobarlo.

Paso 3: Acude a varios bancos y subroga tu hipoteca

Una vez valorado si nos saldría a cuenta el cambio de banco, llega el momento de dar el paso decisivo: contactar con varios bancos y estudiar sus ofertas de subrogación. Si nuestra entidad actual nos hace una contraoferta, también podemos valorar si nos merecería la pena aceptarla.

En caso de que no queramos perder tiempo, la calculadora de HelpMyCash.com nos da la opción de ponernos en contacto con bancos e intermediarios dispuestos a mejorar nuestro préstamo hipotecario. De este modo, conseguiremos varias ofertas sin tener que movernos de casa.

Una vez elegida la oferta que nos parezca más atractiva, ya solo quedará formalizar la operación ante notario. Tras firmar la subrogación, el cambio de entidad será oficial y podremos disfrutar de las nuevas condiciones.

¿Tienes dudas sobre el proceso? Te las despejamos todas en esta guía gratuita: