Hasta el más aislado de los ermitaños sabe que mañana es el Black Friday, ese día importado de Estados Unidos en el que los comercios ofrecen golosos descuentos en miles de sus productos. Durante las últimas semanas, numerosos establecimientos han anunciado sus rebajas por tierra, mar y aire: en campañas televisivas, con banners publicitarios en cientos de páginas web, con carteles en sus escaparates…

Pero los comercios no son los únicos que anuncian rebajas. Si eres cliente de cualquier banco, seguro que has recibido alguna que otra oferta para financiar tus compras del Black Friday con condiciones especiales: con tu tarjeta de crédito, con un préstamo preconcedido… Aplazar estos pagos es tentador, porque te dará más margen para hacerte con los productos que tanto deseas, pero también puede ser peligroso si te pasas de la raya. Si no quieres sobrendeudarte ni poner en riesgo tus finanzas, te recomendamos leer con mucha atención los siguientes consejos.

1. Valora si necesitas financiar compras del Black Friday

Pregúntate, primero, si realmente necesitas el producto o servicio que quieres comprar: un ordenador, una tablet, unos pantalones… Los descuentos siempre son tentadores, pero a veces te crean una necesidad artificial que se te pasará si le das un par de vueltas.

¿Crees que la compra sí es necesaria? Pues ahora tienes que preguntarte si necesitas financiarla. Pagar a plazos es muy cómodo, pero implica contraer una deuda (que tendrás que devolver) y puede tener un coste en intereses, comisiones u otros gastos. Si tienes unos ahorrillos y la compra no es muy cara, no lo dudes: paga a tocateja.

2. Estudia todas las opciones de financiación

Pongamos que has decidido financiar una compra durante el Black Friday porque crees que es una opción conveniente. En ese caso, nuestro consejo es que consultes los distintos métodos de pago a plazos que te ofrece tu banco, las financieras con las que tienes una tarjeta de crédito y el propio establecimiento que te vende el producto.

Lee bien la letra pequeña de cada opción: fíjate en el plazo que tendrás para devolver el dinero, en la cuota que pagarás, en el interés que se aplicará sobre la compra financiada, en las comisiones que te cobrarán… Así, podrás elegir el método que te salga más a cuenta y que se ajuste mejor a tu situación.

3. Mejor aplazar sin intereses… y sin comisiones

Obviamente, lo ideal es aplazar una compra sin intereses. Pero ten cuidado: muchas financieras no cobran intereses (0% TIN), pero sí aplican comisiones y otros gastos. Para saber si un crédito es gratuito o no, fíjate siempre en la tasa anual equivalente (TAE), que es un indicador que aparece siempre en la letra pequeña y que tiene en cuenta todos los posibles gastos. Si la TAE es del 0%, no tendrás que pagar nada en intereses o comisiones.

4. Ojo con financiar compras del Black Friday con tarjetas de crédito

Es posible que decidas pagar tus compras del Black Friday con una tarjeta de crédito, porque es la manera más rápida y cómoda de financiarlas. En ese caso, debes tener mucho cuidado, porque estos plásticos pueden provocarte serios problemas de endeudamiento.

Si usas una tarjeta de crédito, te recomendamos seguir estos consejos:

  • Devuelve el dinero mediante un pago único a fin de mes. Así, la financiera emisora de la tarjeta no te podrá cobrar comisiones. En cambio, si reembolsas el crédito en cuotas mensuales, se te aplicará un interés muy alto, de en torno al 20%.
  • Consulta si puedes aplazar una compra concreta con unas condiciones especiales. Durante el Black Friday, algunos bancos te permiten pagar compras específicas en unos pocos meses sin cobrarte intereses ni comisiones. Eso sí, si te ofrecen esta opción, lee bien la letra pequeña para conocer las condiciones de la promoción y asegurarte de que no existen gastos ocultos.
  • Si devuelves el dinero en cuotas mensuales, no pagues una cuota demasiado baja. Cuanto menos pagues al mes, más tardarás en saldar la deuda y más intereses se generarán.

En nuestra página sobre las tarjetas de crédito te damos más consejos que te ayudarán a usar estos plásticos con responsabilidad.

5. No pagues de más por tus aplazamientos

Para terminar, asegúrate de pagar lo justo y necesario cada mes para devolver el dinero que debes:

  • Dedica un máximo del 35% de tus ingresos a pagar las cuotas sumadas de tus préstamos, créditos, tarjetas y otras deudas. Usar una mayor porción de tu sueldo es una muy mala idea, porque te generará problemas para afrontar gastos cotidianos o imprevistos.
  • No elijas un plazo de devolución excesivamente largo. Como decíamos antes, si tardas mucho en saldar una deuda, pagarás más en intereses a la larga, porque se generarán durante más tiempo.