Si queremos financiar la reforma de una vivienda heredada para venderla, lo más probable es que nos planteemos contratar un préstamo personal. Este producto, sin embargo, tiene un inconveniente: si nuestra situación económica empeora y no podemos pagar las cuotas, el banco podría embargar todos nuestros bienes personales presentes y futuros (incluidos los ingresos). Así las cosas, ¿cómo podemos conseguir el dinero sin arriesgar más patrimonio que la casa o el piso a reformar? Lo explicamos a continuación.

Puedes pagar las obras con un préstamo con garantía hipotecaria

En estos casos, existe un producto que nos puede venir bien: el préstamo con garantía hipotecaria. Como indica su nombre, su garantía es únicamente la vivienda a reformar, lo que lo diferencia de los créditos personales. En consecuencia, si no pudiéramos pagar las cuotas, solo se embargaría el inmueble, por lo que el resto de nuestro patrimonio quedaría a salvo.

Por norma general, estos préstamos los conceden empresas privadas o intermediarios financieros; no bancos. Estas compañías exigen menos requisitos para poder financiar la reforma, pero como asumen un mayor riesgo que las entidades bancarias, también cobran un mayor interés y más comisiones.

¿Con qué condiciones podemos reformar la vivienda?

Ya hemos explicado qué son los préstamos como garantía hipotecaria, pero ¿cuáles son sus condiciones? Estas son, en general, las características de estos créditos que podemos utilizar para reformar un inmueble heredado:

  • El importe suele ser de entre el 30% y el 50% del valor de la vivienda que hipotecaremos para conseguir el dinero.
  • El plazo alcanza, en la mayoría de los casos, los 20 años como máximo. En muchos casos, podremos disfrutar de una carencia de capital durante los primeros cinco años (pagar solo intereses)
  • El tipo de interés es más alto que el de las hipotecas que dan los bancos para comprar una vivienda. Normalmente, es de en torno al 10% o superior.
  • En la mayoría de los casos, habrá que pagar una comisión de apertura, cuyo coste suele ser del 2% o superior. Además, si el que nos consigue el crédito es un intermediario, deberemos abonar su comisión de intermediación.
  • Para determinar el valor de la vivienda, deberemos pagar una tasación, cuyo coste suele ser de unos 300 euros de media.
  • El contrato se firma ante notario y se inscribe en el Registro de la Propiedad, pero los gastos del proceso los asume el prestamista.

Como hemos comentado, los prestamistas que conceden estos créditos no son tan estrictos como los bancos. Por lo tanto, podrían aprobar nuestra solicitud si nuestra situación económica no es del todo estable, aunque siempre debemos asegurarnos de poder pagar las cuotas para no perder la vivienda hipotecada.

¿Con quién puedo conseguir estos créditos?

Hay un buen número de empresas que se dedican a dar estos productos; todas ellas registradas debidamente en el Banco de España. Una de ellas es Supre Grupo, un intermediario financiero especializado en conceder créditos con un inmueble como garantía.

Si decidimos financiar la reforma con esta compañía, podremos conseguir hasta el 40% del valor de la vivienda, con un importe máximo de hasta 300.000 euros. Tendremos hasta 20 años para devolver el dinero, con la posibilidad de disfrutar de una carencia de capital durante los primeros cinco años.

En cuanto al precio, Supre Grupo aplica un interés que puede ser de entre el 2% y el 14% TIN (3,90% – 19,90% TAE). También cobra una comisión de apertura, cuyo coste puede oscilar entre el 0,25% y el 1,5%.