En España los robos y las ocupaciones de viviendas son una amenaza latente. Solo en 2018, se produjeron 9.693 casos de usurpación de residencias según la Fiscalía. Además, el robo a domicilios aumentó en un 2% en el mismo año, según datos del Ministerio del Interior. Dado este escenario, si tenemos en venta nuestro piso y no lo habitamos o estamos planeando irnos de viaje, lo más sensato es tomar ciertas medidas de seguridad para evitarnos un susto.
5 medidas para proteger el piso que vamos a vender de okupas y ladrones
No se trata de ser alarmistas. Pero en ocasiones vale más prevenir que curar. Sobre todo, cuando estamos dando un paso tan importante como es el de vender nuestro piso. Es justo en este momento cuando debemos ser más precavidos y cuidar al máximo nuestro activo. Aquí damos cinco tips para proteger nuestro piso de los amigos de lo ajeno:
1- Ser reservados y no comunicar a viva voz que estamos lejos o no vivimos en el piso
Sí, a todos nos gusta compartir con el mundo las fotos de nuestras vacaciones y las rutinas que seguimos en la redes sociales, pero los expertos en seguridad recomiendan evitar publicar con tanto detalle nuestros pasos. De lo contrario, le estamos haciendo un favor a los ladronzuelos al decirles que estamos ausentes.
Debemos tener en cuenta que las ocupaciones en la mayoría de los casos son planificadas: los okupas estudian a sus víctimas mucho antes de dar el zarpazo, por lo que la información y los movimientos que compartimos en nuestra cuenta de Instagram les pueden ser sumamente valiosos.
2- Utilizar señuelos para que parezca que hay gente en la casa
Si estamos lejos, podemos dejarle las llaves a un amigo o vecino para que se dé una vuelta por el piso de tanto en tanto. Según la Policía Nacional, es recomendable pedirle a una persona de confianza que realice ciertas acciones que hagan creer a los usurpadores que la casa está habitada, como por ejemplo, recoger el correo del buzón, subir las persianas o encender las luces o la tv a ciertas horas de la noche si es posible.
Si no vivimos en el piso que vamos a vender, también podemos poner algunas macetas de plantas en el balcón o en las ventanas y tender algo de ropa en los tendederos exteriores y recogerla al cabo de unos días, para que no parezca que la casa está deshabitada.
3- Apostar por la domótica para proteger nuestro piso en venta
Si no tenemos la posibilidad de pedir a un amigo o vecino que nos haga el favor de pasar por la casa, la tecnología puede ser nuestra mejor aliada para cuidar nuestro piso cuando no podemos estar presentes.
En la actualidad abundan las dispositivos domóticos que nos permiten digitalizar nuestro hogar para hacerlo más inteligente y seguro. Estas soluciones, disponibles para todo tipo de bolsillos, las podemos conectar y controlar desde nuestro móvil o simplemente programarlas para que, por ejemplo, se enciendan o se apaguen las luces, suban y bajen las persianas o se activen los aparatos y electrodomésticos a determinadas horas.
Así, podemos simular que estamos dentro del piso poniendo a sonar nuestra canción favorita.
4- Cambiar la antigua cerradura por una de alta resistencia
Si la cerradura que tiene la puerta de la casa es de los años 20, lo más recomendable es renovar el sistema de cerramiento para instalar uno más sólido que pueda resistir ante un ataque violento.
Algunas empresas de cerrajería ofrecen diversas opciones “antiokupas” como puertas blindadas y cerraduras de alta seguridad que pueden rondar los 350 euros. La tranquilidad no tiene precio, así que conviene asumir este gasto con tal de estar un poco más protegidos.
5- Instalar un sistema de seguridad en la vivienda
En el caso de que el piso esté desocupado o tengamos que estar ausentes por largo tiempo, lo más recomendable es contratar un sistema de alarma de seguridad. Las cámaras de vigilancia y los carteles que facilitan las compañías son bastantes efectivos para repeler a los intrusos.
La mayoría de estas compañías cuentan que una tecnología que detecta con anticipación los intentos de intrusión y suelen disparar una alerta y avisar inmediatamente a la policía al mínimo forcejeo. Además, también nos permite monitorear y ver imágenes del interior de la vivienda desde nuestro móvil.
El precio de la instalación de un sistema de vigilancia puede rondar los 250 euros y suponer el pago de una cuota mensual que oscila entre los 30 euros y los 60 euros, dependiendo de la empresa.
En definitiva, si seguimos estos cinco consejos, podemos estar más tranquilos de que nuestra casa en venta está mucho más protegida del riesgo de ocupaciones y a prueba de ladrones.
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