Mañana saldrá una nueva Sentencia del Tribunal Supremo sobre si los intereses de las tarjetas revolving son considerados usureros. Este fallo creará jurisprudencia y marcará el futuro de este tipo de financiación. Si el Tribunal se pone del lado del consumidor, abrirá la puerta a declaraciones en masa, pero si se sitúa del lado de la banca, podría llevar a un desconcierto por llevar la contraria a sentencias anteriores. Te contamos cuáles podrían ser los posibles escenarios y te presentamos nuestra nueva calculadora de tarjetas revolving para que conocer cuánto pagamos por estos productos y cuánto podríamos reclamar si el Supremo se pone del lado del consumidor.

Las tres cuestiones polémicas sobre las tarjetas ‘revolving’

Existen tres características por las que las tarjetas de crédito con el método de pago revolving son controvertidas:

  • Intereses: estos productos tienen un coste medio del 19,67%, según los datos del Banco de España, aunque pueden llegar a ser del 29%, un interés bastante superior al 7,91% TAE media de los créditos al consumo.
  • Plazo: con un pago mínimo por defecto, si no cambiamos esta forma de reembolso los plazos pueden llegar a ser de varios años, pagando una gran cantidad de intereses por compras relativamente pequeñas.
  • Transparencia: la comunicación de las condiciones, funcionamiento y características de estas tarjetas al contratarlos no siempre es clara.

Por estos tres puntos son muchos los usuarios que se han visto pagando deudas con plazos prácticamente infinitos con los que se generan intereses hasta dos veces el saldo solicitado.

La calculadora de tarjetas de crédito gratuita de HelpMyCash nos permite saber fácilmente cuántos intereses pagaremos en total por una compra con nuestra tarjeta, ver si deberíamos cambiar la cuota para pagar menos y ver cuánto hemos pagado por si la sentencia sale favorable para los consumidores y nos decidimos a reclamar.

Qué ocurriría si la sentencia de las tarjetas sale favorable para los consumidores

Si mañana el Tribunal Supremo falla a favor de los consumidores y declara usureras las tarjetas revolving, esto hará que se desencadenen diferentes consecuencias tanto para la banca como para los usuarios:

Lo más seguro es que se abrirá la puerta a reclamaciones en masa por los afectados por estas tarjetas para recuperar los intereses generados por compras con este tipo de productos, lo que costará a la banca millones de euros. Además, es probable que las tarjetas de crédito cambien sus condiciones, adaptando su interés a uno que la justicia no considere usurero y limitando el plazo.

Aunque también debemos tener en cuenta que el coste millonario que supondrá a la banca la devolución de estos intereses hará que, muy probablemente, los bancos cancelen muchos contratos de tarjetas de créditos de usuarios con malos perfiles y que rebajen los límites de crédito de las tarjetas actuales. También es probable que se comiencen a cobrar comisiones sobre las tarjetas y otros productos para equilibrar las pérdidas por las reclamaciones.

Finalmente, también es previsible que se endurezcan los requisitos para conseguir tarjetas de crédito, por lo que solamente personas un buen perfil podrán acceder a ellas.

¿Y si el Tribunal Supremo falla a favor de la banca?

En este caso, el escenario de las posibilidades sería muy diferente al descrito al comienzo. Ante todo, se crearía bastante desconcierto, ya que no sería acorde con las sentencias anteriores del Supremo con respecto a las tarjetas revolving.

Este tipo de pago en las tarjetas de crédito no variaría mucho, aunque es posible que las entidades “se cubran las espaldas” ante reclamaciones futuras haciendo cambios en las características de las tarjetas, así como en la comunicación en la contratación.

Además, el Ministerio de Economía tiene previsto publicar la modificación de la Orden EHA/2899 de 2011 que pretende la mejora de la contratación de estos productos, nos explica ASUFIN. En esta modificación, aunque no se limita el tipo de interés de las tarjetas, sí limitará el plazo al elevar el porcentaje mínimo de amortización al 25%. Esta medida restringirá enormemente los intereses que se pagan por la deuda.

En cualquier caso, deberán ser los usuarios los responsables de comprender el funcionamiento de estos productos, conociendo en cada compra cuánto se pagará cada mes y en total para saber el nivel de endeudamiento que se está contratando antes de decidir si hacerlo o no.