CaixaBank destapa su músculo financiero y plasma en sus últimas cuentas el efecto positivo de su fusión con Bankia. La entidad ha obtenido un beneficio de 2.457 millones en los nueve primeros meses del año, un 17,7% más que en el mismo periodo del año anterior (en términos homogéneos, puesto que la absorción con Bankia tuvo lugar a finales de marzo del pasado ejercicio), según la documentación revisada por HelpMyCash.
El consejero delegado del grupo, Gonzalo Gortázar, ha resaltado que “en un año marcado por la ejecución de la integración, la entidad ha vuelto a demostrar su fortaleza comercial«, lo que, unido a la obtención de sinergias de costes, han podido elevar un 17,7% el resultado en base comparable.
Costes de la fusión
Si se tienen en cuenta los impactos generados por la integración, el resultado desciende un 48,8% interanual, puesto que el beneficio a 30 de septiembre de 2021 ascendió a 4.801 millones de euros por la aportación positiva a efectos contables de 4.300 millones del fondo negativo de comercio o badwill. El badwill es, básicamente, un efecto contable que se origina cuando el valor de una compañía es mayor al precio de adquisición de esta. ¡Ojo! Este resultado simplemente figura en la cuenta de resultados con impacto positivo en patrimonio, pero no entra en caja, no se puede repartir a accionistas vía dividendos y ni siquiera mejora la ratio de capital.
¿De dónde proceden los beneficios?
Los beneficios de CaixaBank proceden de los tipos de interés, que han permitido a la entidad compensar la caída de los márgenes sufrida durante los últimos años tras una larga etapa con el precio del dinero en negativo. Conoce aquí la evolución del índice de referencia hipotecario. También ha espoleado las ganancias el ahorro de costes vinculado al Expediente de Regulación de Empleo (ERE ) aplicado el año pasado y otras medidas de eficiencia.
Las menores dotaciones para hacer frente a problemas son igualmente uno de los elementos que han mejorado su perfil. Eso sí, aunque son menores, todavía dispone de un fondo colectivo de provisiones por importe de 1.257 millones de euros. El nivel continúa elevado porque CaixaBank es consciente de que los próximos meses serán complicados. «2023 no va a ser un año bueno, pero no debemos ser ni mucho menos catastrofistas. Nuestra buena posición financiera y forma comercial nos va a permitir seguir intensificando nuestra agenda», ha señalado el CEO del banco de origen catalán.
¿Y qué pasa con la financiación?
El banco refleja en sus cuentas que el ejercicio ha estado marcado por un crecimiento del crédito tanto en clientes particulares como empresas, con un incremento de la cartera de crédito sana (excepto saldos dudosos) de 11.491 millones de euros (3,4% en el año), hasta alcanzar los 351.462 millones de euros. En particular, la cartera sana de empresas crece un 7%, en consumo lo hace un 3,6% y en hipotecas, un 0,8%.
En nueva producción destaca la intensa comercialización de hipotecas a particulares donde se duplican las concesiones respecto al mismo periodo del año anterior, alcanzando los 10.527 millones de euros, impulsadas por MyHome, el ecosistema de soluciones de CaixaBank con todo lo necesario para el hogar.
Ralentización en hipotecas
En crédito hipotecario, cabe recordar la apuesta de la entidad por los préstamos a tipo fijo con Casa Fácil, como elemento que da seguridad al cliente de lo que va a pagar durante toda la vida del préstamo. En los últimos siete años, el 72% de la cartera para adquisición de vivienda se ha formalizado a tipo fijo, y supera el 90% en los nueve primeros meses de este año.
Sin embargo, el grupo ve ahora una menor demanda en la producción hipotecaria y espera cierta ralentización en la medida en que la confianza es menor. La inflación continuará afectando y los tipos de interés siguen subiendo. «Es de esperar que tengamos una menor actividad», señaló Gortázar.
Por su parte, en crédito al consumo la nueva financiación fue de 7.681 millones de euros entre enero y septiembre de 2022, lo que supone un aumento del 23% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Respecto a la financiación a empresas, la nueva producción en estos nueve primeros meses roza los 32.000 millones de euros, con un incremento del 47% en tasa interanual, gracias a un modelo próximo y especializado para acompañar al tejido industrial.
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