A través de su consejero delegado Gonzalo Gortázer, CaixaBank ha anunciado este viernes que suprimirá todas las cláusulas suelo de las hipotecas de sus clientes. Esta medida afectará a unos 200.000 créditos hipotecarios, y para la entidad supondrá un impacto anual de 220 millones de euros.

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CaixaBank ha eliminado el 94 % de las hipotecas afectadas

Durante la presentación de los resultados económicos del tercer trimestre, el consejero delegado de la entidad, ha explicado que esta decisión afectará a 200.000 hipotecas, que en su mayoría, asegura, proceden de las entidades que CaixaBank ha absorbido  en los últimos años, como Banca Cívica o Caixa Girona.

Según Gonzalo Gortázer, el grupo ha eliminado de forma “proactiva” el suelo del 94 % de las hipotecas afectadas, y en los próximos meses procederán a eliminar el suelo de los créditos restantes.

La entidad no devolverá los intereses pagado de más

CaixaBank no aplicará más cláusulas suelo en sus hipotecas, aunque tampoco devolverá los intereses pagados de más a sus clientes particulares, a no ser que lo determine un juez, ya que la entidad no califica de inadecuada la forma en la que se cobraron los importes.

A principios de 2015, CaixaBank acogiéndose al código de buenas prácticas financieras, eliminó el suelo hipotecario que afectaban a personas desfavorecidas o en situación de vulnerabilidad. Posteriormente siguiendo un criterio más global y a consecuencia de las continuas reclamaciones ganadas en los juzgados por parte de los afectados, la entidad ha decidido eliminarla en todos los casos.

Presión a su competidores

La decisión adoptada por CaixaBank añade presión a sus competidores que ahora tendrán un motivo más para revisar el contrato de sus clientes y eliminar el suelo hipotecario.

La cláusula suelo, permite a las entidades aumentar su margen de intereses, especialmente ahora, con el precio del dinero por los suelos  (0,05 %) y el euríbor actual en mínimos (el euríbor medio de octubre es del 0,135 %).

Con el suelo las entidades financieras se aseguran unos intereses mínimos que oscilan entre el 1,5% en el caso de las menos agresivas y por encima del 4% en los peores casos (para los clientes).