Puede que un día cualquiera, de repente, recibamos un mensaje de texto en nuestro móvil, una llamada telefónica o un correo electrónico de nuestra entidad bancaria donde nos ofrecen un préstamo. Esto suele ocurrir cada vez más a menudo, aunque nosotros no lo solicitemos. Los motivos principales son que nuestra entidad bancaria, después de haber analizado historial, nivel de solvencia, nivel de ingresos, vinculación con la entidad… se asegura de que tendremos la capacidad para devolver el préstamo y decide preconcedernos un crédito. Así, el departamento de riesgos ya habrá dado el visto bueno, por lo que, si queremos disponer de él, únicamente tendremos que aceptarlo.
¿Cómo sé si el crédito preconcedido me conviene?
Generalmente, un préstamo preconcedido por las entidades bancarias suele tener condiciones peores que uno genérico que solicitemos nosotros. No siempre es así, pero, habitualmente, suelen tener intereses más elevados e importes de baja cuantía. Esto se debe a que todo el proceso de solicitud ya está previamente realizado y en el momento en el que aceptamos la oferta, instantáneamente dispondremos del dinero en nuestra cuenta.
No obstante, es importante que nos formulemos varias preguntas antes de aceptar un préstamo. En primer lugar, debemos plantearnos si realmente necesitamos el dinero. Aunque, es evidente que nunca viene mal recibir un extra de liquidez, si no lo necesitamos, es absurdo que lo aceptemos. Además, tenemos que conocer nuestra situación económica y saber si somos capaces de reembolsarlo sin desestabilizar nuestras finanzas.
En teoría, si el banco nos ofrece el producto, es porque nuestra situación y nuestro perfil son óptimos y entienden que seremos capaces de cumplir con todas las condiciones, pero somos nosotros mismos los que debemos auto analizarnos y obtener la respuesta.
Por otro lado, si realmente necesitamos el dinero, es recomendable que analicemos las condiciones que nos ofrecen, ya que, a primera vista puede parecer que es la mejor opción que tenemos. Sin embargo, primero debemos fijarnos en si el resto de productos que oferta nuestra entidad nos convienen más y, en el caso de que ninguno nos convenza, podemos optar por los préstamos sin cambiar de banco.
¿En qué aspectos de un préstamo debo fijarme?
Ya hemos comentado en qué aspectos de un préstamo preconcedido debemos fijarnos y lo mismo ocurre con cualquier otro crédito. Los aspectos fundamentales que debemos contemplar son el importe y el plazo que podemos seleccionar, el tipo de interés que nos aplicarán, las comisiones y vinculaciones que incluya el producto y la opción de amortizarlo anticipadamente o solicitar una prórroga.
A continuación, mostramos 3 préstamos con condiciones muy ventajosas, sin necesidad de ser clientes y que nos pueden resultar más convenientes que el ofertado por nuestra entidad:
Créditos | Importe | Coste | Plazo | Condiciones | Me interesa |
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Crédito Proyecto de Cofidis | Desde 3.000 hasta 15.000 € | Desde un 5,06 % TAE | Plazo máximo de 6 años |
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Préstamo Personal de Cetelem | Desde 3.000 € hasta 50.000 € | Desde un 6,12% TAE | Plazo máximo de 8 años |
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Préstamo Plan de BigBank | Desde 2.000 € hasta 15.000 € | Desde un 6,95 % TAE | Plazo máximo de 6 años |
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