El ecosistema de los autónomos en España alcanzó en 2024 los 3,4 millones de trabajadores por cuenta propia, lo que representa un 15,9% de los afiliados a la Seguridad Social. Aunque esta cifra ha disminuido en la última década —su punto más alto fue en 2013 con un 18,65%, coincidiendo con el pico de desempleo en España (seis millones de parados)—, para muchos trabajar como autónomo no es una elección, sino la única alternativa ante la falta de oportunidades laborales.

A esta situación se suma el crecimiento de los falsos autónomos, un problema que ya no afecta solo a sectores como el reparto a domicilio, sino que se ha extendido a profesiones como la psicología, la odontología o el periodismo, por ejemplo. Aunque no hay cifras oficiales, asociaciones del sector alertan de un aumento constante, lo que agrava la precariedad y desprotección laboral. “Trabajan con las mismas condiciones y horarios que los asalariados, pero sin los mismos derechos”, denuncian asociaciones de autónomos.

Facturación, pensiones y calidad de vida: el desafío de los autónomos

Ser autónomo en España implica afrontar importantes retos económicos. La facturación es un factor clave: mientras que seis de cada diez autónomos lograron mantener o aumentar sus ingresos en 2024, una parte significativa sigue enfrentando dificultades para sostener su actividad.

Además, la carga laboral es mayor que la de los asalariados. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), un autónomo trabaja una media de 44 horas semanales, frente a las 36,5 horas de un asalariado. De hecho, un porcentaje importante supera las 50 horas semanales, con el consiguiente impacto en su calidad de vida y conciliación familiar.

El problema de la jubilación: una brecha creciente

Uno de los mayores desafíos es la brecha en las pensiones. Mientras que un asalariado recibe una pensión media de 1.659 euros al mes, la de un autónomo es de apenas 1.004 euros. Esta diferencia se debe, en gran parte, a la base de cotización mínima elegida por la mayoría de los autónomos, lo que evidencia la necesidad de una mejor planificación financiera.

Desde el comparador financiero HelpMyCash, recomiendan crear un colchón de ahorro para la jubilación. «Comenzar a ahorrar temprano no solo alivia el estrés financiero futuro, sino que también maximiza el efecto del tiempo en la acumulación de riqueza», explican.

Para ello, los expertos aconsejan invertir en productos que superen la inflación. Sin embargo, las opciones de bajo riesgo en el mercado actual ofrecen rentabilidades limitadas. Las cuentas remuneradas y los depósitos a plazo fijo tienen restricciones en cuanto a capital o rentabilidad. Como alternativa, los expertos recomiendan opciones con mayor rentabilidad, aunque con más riesgo, como planes de pensiones con bajas comisiones, fondos de inversión o ETFs.

Desde hace algunos años, los neobancos y brókers online, como Trade Republic o MyInvestor, han facilitado el acceso a la inversión, permitiendo empezar con cantidades mínimas, incluso desde 1 euro.

“La renta variable ha mostrado históricamente rentabilidades promedio del 10% anual en mercados como el estadounidense, en índices como el S&P500. No obstante, los mercados fluctúan, por lo que las inversiones con riesgo deben ser a largo plazo y evitarse las ventas en momentos de caída”, advierten desde HelpMyCash.

Cómo organizarse financieramente y planificar impuestos

Una buena planificación financiera es clave para la estabilidad del autónomo. Entre las recomendaciones principales están:

  • Separar un porcentaje fijo de los ingresos cada mes para afrontar imprevistos, renovar equipamiento o compensar períodos de menor actividad.
  • Agilizar el cobro de facturas para mejorar la liquidez, negociando plazos con los clientes y sincronizando pagos a proveedores.

¿Cuántas cuentas bancarias debería tener un autónomo?

“Al igual que en el caso de los trabajadores por cuenta ajena, recomendamos a los autónomos una gestión eficiente de sus ingresos y gastos. Una forma sencilla de lograrlo es separando las finanzas personales de las empresariales. Usar una única cuenta personal para el negocio puede generar problemas con el banco e incluso derivar en el bloqueo de la cuenta si la entidad prohíbe su uso comercial” advierten desde HelpMyCash.

Lo ideal es contar con al menos dos cuentas:

  1. Cuenta operativa: Para recibir pagos, hacer transferencias y gestionar facturas.
  2. Cuenta de ahorro: Para separar el dinero destinado a impuestos y otros compromisos financieros.

Si el autónomo trabaja con clientes internacionales, una cuenta que permita operar sin comisiones por cambio de divisa también puede ser útil.

Cómo gestionar el pago de impuestos

Es fundamental conocer qué impuestos deben pagarse y cuándo:

  • Cuota de autónomos: Varía según los ingresos netos. En 2025, la cuota mínima será de 200 euros al mes.
  • IVA: Se recomienda separar la parte correspondiente de cada factura en una cuenta remunerada hasta la liquidación trimestral, permitiendo generar intereses mientras tanto.
  • IRPF: Aunque un gestor puede ayudar a calcularlo, el autónomo debe reservar la cantidad necesaria y presentar la documentación adecuada.

Si al finalizar el año los ingresos han sido menores de lo estimado, se puede solicitar la devolución del exceso de cotización. Si han sido mayores, habrá que abonar la diferencia.